jueves, 9 de abril de 2020

¡HORA DE PRUDENCIA Y ALGO MÁS!

Prudencia, Fortaleza, Templanza y Justicia' por Agustín Fabra
 Ante estos momentos difíciles, tristes, de total incertidumbre, todos los ciudadanos de bien, debemos cumplir estricta y responsablemente con las recomendaciones de las autoridades sanitarias. De lo contrario, la podemos pasar mucho peor.

Al punto, es oportuno recordar las palabras del maestro S. Núñez: “La vida es una carrera, largo y penoso esfuerzo con que vamos creciendo y madurando por entre muchas derrotas y victorias”.

Por ello, además de sentirnos respetuosos de normas, en esta hora propicia de Cuaresma, quienes nos decimos cristianos, hagamos de esta circunstancia una ocasión de solidaridad, amor y perdón.

Prudencia: El catecismo enseña que la prudencia es virtud que lidera a las virtudes. Igual que un sabio conductor, la prudencia es una virtud especial que pertenece a la inteligencia y a la voluntad: El prudente hace lo que debe, no sólo lo que quiere.

Si nos dicen una y otra vez: “E pytá nde rógape”, ¿es prudente seguir la vida como si nada, juntarnos con los amigos, jugar al piki y chupar como descosidos, habiendo grave peligro de contagio, enfermedad y muerte, para uno mismo y para los demás?

¿Es prudente, aunque creamos que no seremos golpeados por el Covidviolar las medidas sanitarias sugeridas por las autoridades?

Lo que hace la prudencia es que pensemos antes de actuar. Ej: Si salimos a voludear y molestar a otros porque no nos importa la propia vida, pensemos que: no tenemos derecho de decidir por la salud y vida de los demás.

Dije ¡pensemos!…Si funcionara nuestro mecanismo cognitivo (pensar), entonces no saldríamos de casa. Pero si salimos…porque se nos canta (no por extrema necesidad) es que, tenemos nomás luego la cabeza hueca, o llena de mo, más benignamente diciendo: tenemos cabeza de cartón.

La Templanza. Es virtud moral que ayuda a no dejarnos llevar por reacciones apasionadas (hacer lo que queremos sin frenos ni barreras). La templanza acompaña a la prudencia y da “polenta” para no salir, jaje jokómi haguá. Lavarse manos y usar barbijo, aunque no... ¡da gusto loo!  

La Fortaleza, supone firmeza y constancia en la búsqueda del bien. Nos ayuda a superar el temor. Incluso nos capacita, como dice el Catecismo, para renunciar y sacrificarnos por causas justas. Fuerte no es quien ataca con furia. Fuerte es quien Resiste.

La Justicia, supone firme y constante voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que es debido. Aunque nos sintamos bien y lejos de los grupos de riesgo, ¿es justo hacerse “ñembotavy” para no cumplir las medidas sanitarias y poner en riesgo la salud y vida de nuestra familia y la de los demás?

Finalmente, si no hay Prudencia, no hay virtud moral, porque la Prudencia es la madre y fundamento de las virtudes cardinales: Justicia, Templanza y Fortaleza. Por tanto, aquel que es prudente, es por añadidura justo, fuerte y templado.

Sabemos que todo esto es demasiado para la comprensión del entendimiento de muchos terrícolas, pero hagamos todos un esfuerzo y juntos venzamos al asesino Covid-19, ¿SI PA?

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