viernes, 10 de abril de 2020

AMA TU VIDA, Y LA DE OTROS!

Ama tu vida y la de los demás - Departamento de Recursos Humanos UACH 
Toda restricción, cuarentena o aislamiento, a la que el protocolo sanitario nos somete -katú etereí-, aquí y allá genera andanada de plagueos y protestas de un sector de la sociedad, contra las autoridades sanitarias.

No tengo competencias ni es mi deseo juzgar la moralidad de tales reclamos. Solo expreso la preocupación generada en quienes se debaten entre la amenaza del Covid y la del hambre.

Se oye gritar, o decir sotto voce (mbeguemi): “El Gobierno nos encierra, pero el “hambre mata”. Se leía en un cartel durante una protesta contra la cuarentena(Vare á gui, ña manóta)

Hay gente que vive de pequeños negocios: venden comida en la calle, en el mercado o asean la casa de otras familias, y hoy perdieron sus fuentes de ingreso. Sus historias las conocemos porque día y noche, los medios masivos de información, nos “inflan” los oídos.

También es realidad que el momento crítico al que tanto temían los médicos y los equipos de enfermería cuando se declaró la pandemia por el coronavirus, ya llegó a hospitales de países europeos (mejor preparados que nosotros). Ojalá no sea verdad lo que se lee en párrafos sgtes:

“Como en una despiadada e irreversible lista de Schindler, porque saben que condenan a muerte a quienes no estén incluidos en ella, los facultativos están teniendo ya que elegir a qué pacientes salvan y a qué pacientes dejan morir, porque  es imposible salvar a todo el mundo.

No hay respiradores para todos, no hay camas para todos. No hay suficiente personal. No hay de nada”, solloza una doctora, responsable de una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).  

Los elegidos, consiguen ser intubadosLos desahuciados son sedados para que no sientan nada y, de la mano del personal sanitario (porque los familiares no pueden estar presentes), son acompañados a una sala donde se les “ayuda a morir y se está a su lado hasta el final”, describe con horror una doctora. “Tenemos que dejar morir a mucha gente, es insoportable, intolerable. Demencial…”, rompe a llorar la galeno.

Sabe Dios que, mientras escribo estas líneas, se me arruga el corazón de angustia. Ignoro quienes son…pero mis pensamientos vuelan hacia nuestra realidad y pregunto: ¿Qué será de nosotros si llegáramos a los extremos señalados?

“La gente tiene que entender que el trabajo es riesgoso, que no estamos ante una enfermedad cualquiera, no es un simple tĩ syry, tiene que tomar en serio esto. Hay muchos compatriotas que nos estamos poniendo en riesgo para saber si es o no y si tratamos o no”.

Los primeros que caen son los personales de salud y ¿quién va a atender a la ciudadanía si los profesionales de salud caen”, dijo el Dr. Carlos Morínigo, coordinador del INERAM.

Oigamos a Chiara Lubich, docente italiana, fundadora y presidente del Movimiento de los Focolares, cuyo objetivo es la unidad entre los pueblos y fraternidad universal: “Obra de tal modo que no tengas que arrepentirte, en aquella hora, de haber amado demasiado poco

Recordando hoy la muerte de Jesús, viene a la memoria la figura del dichoso ladrón Dimas, quien al morir hizo el más sonado atraco de su vida, ¡robando el paraíso..! Y Jesús se dejó robar el cielo: “hoy mismo estarás conmigo en el paraíso” (Lc 23-43) bastó solo el dolor y arrepentimiento del ladrón.

¿Porqué no reivindicamos hoy viernes santo, el título de cristiano añeteté, aunque tal título valioso para mí, no cotiza hoy en la bolsa ni rinda dividendos?,diría Carlos. Díaz. Por amor a nuestra vida y la de todos: Ja pyta mina ñanderógape, ¿SÍ PA?

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