“COITO ERGO SUM”

Quién no habrá escuchado en su vida, aunque más no sea, una vez, El “Cogito ergo sum” de Renato Descartes? Ha de ser la frase latina más usada -bien o mal-, que como sabemos, significa “pienso luego existo”. La causa de la conducta animal es simple, pero, en el humano, es complicado, porque deseo y razón no siempre se “ponen de acuerdo”.

Los placeres no son malos en sí, sino cuando “hacen al humano brutal o vicioso”. Placeres inferiores son aquellos físicos que sienten animales y humanos: comida, bebida, sexo. Placeres superiores: intelectuales, espirituales, artes, música, paz interior...

Con sinceridad declaró Freud a su discípulo Jung: "tenemos que hacer de la teoría sexual un dogma, una fortaleza inexpugnable" (Jung-Memorias). Esta impostura hizo que G. K. Chesterton, periodista y escritor escribiera: "Los ignorantes pronuncian Freud. Los informados pronuncian Froid. Yo, sin embargo, pronuncio Fraude."

Afirma Rosario Castaño, Psicóloga clínica, Psicoterapeuta, Sexóloga, entre otras cosas: Las conductas sexuales son muy diferentes a los de otras épocas, lo que no impide que se vivan entre numerosas paradojas y múltiples contradicciones.

1. Las relaciones sexuales se separaron de la reproducción, el parentesco y las generaciones (se han cumplido apenas 40 años de la comercialización de los anticonceptivos orales, hormonales, un fenómeno social de gran relevancia)….
2. El sexo se convirtió en un objeto más de consumo impulsado por un deseo intenso…con garantía de abandonar en cuanto las ganas desaparezcan… y pendiente de un cuerpo eternamente joven, bello y dispuesto a conseguir “el anhelado gran orgasmo”.Hombres y mujeres quieren disfrutar del sexo por igual,  gozosos y satisfechos ….

3) Los actos sexuales se empapan de sensaciones físicas a la vez que se despojan de sentimientos y afectos; se da importancia al contacto que dice “estemos juntos mientras tengamos ganas” y se anula el vínculo afectivo que reclama “proyecto de futuro”.

4) Las relaciones íntimas sólo buscan el placer sexual. Ignora la necesidad de cariño, respeto y ternura, no facilita el desarrollo de lazos afectivos…luego, suele despertar sentimientos de vacío y estados de humor negativos.

5) El concepto de perversión sexual se va diluyendo Todas las conductas sexuales libremente entre adultos pueden ser válidas, no entran dentro de la categoría de perversas sino de pluralidad sexual.

La promiscuidad, la pornografía y la prostitución en las redes sociales son cada vez más frecuentes (hombres y mujeres con una vida normal, aparecen y desaparecen de Internet, donde la pornografía o la prostitución son un mero episodio en sus vidas).

6) El modelo de sexualidad está en crisis. Lo masculino y lo femenino luchan por no coincidir con hombre y mujer; se complica saber qué es ser hombre y qué es ser mujer. Surge el transgénero, la transexualidad, lo queer. Aparecen nuevas y múltiples sexualidades.

7) Amor y sexo son dos tendencias contradictorias del ser humano que suelen entrar en conflicto, unas veces se separan y otras aparecen juntas. Parece que actualmente nos preguntamos ¿Pareja estable o deseo sexual intenso? ¿Tenemos que elegir?.

El amor y el sexo pasan a ser la gran mentira y la gran verdad de los seres humanos en una sociedad que siempre está mirando por la ventana de ese refugio amoroso hacia fuera, hacia el otro más bello, más joven y más poderoso que yo.

Luego, ¿por qué pio escandalizarse si competimos con el noble perro en el perreo, fácil, barato y placentero? ¿Qué envidiar a Sodoma y Gomorra si hoy el terrícola tecnita posmoderno es tan o más bárbaro que el ignorante sodomita? ¡Ojala el Covid-19 ponga algún tipo de freno!