¡Ndé Joselo…qué valé loo es Bill Gates!, uno de los más ricos del mundo, luego
de inventar lo que sería Windows en el
garaje de su casa. Con esfuerzo y dedicación logró éxito. Eso es lo que leí la
otra vez. Recomendó 11 reglas para triunfar en la vida:
1. La vida no es justa, acostúmbrate. 2. Al
mundo no le importa tu autoestima, espera que logres algo tanto si te sientes
bien, o no. 3. No ganarás 5.000 dólares mensuales al terminar la
universidad y no serás presidente hasta que con tu esfuerzo ganes estos logros.
4. Si crees que un profesor es
duro, espera a tener un jefe, que no tiene afición de enseñar ni paciencia. 5. Trabajar
haciendo hamburguesas no es perder la dignidad. Tus abuelos tenían una palabra
diferente para referirse a la dignidad: oportunidad.
6. Los errores no son culpa de los
padres. Si fallas, no te lamentes, aprende de ellos. 7. Antes de que
nacieras tus padres no eran aburridos. Comenzaron a serlo para pagar tus estudios,
facturas, lavar tu ropa…así que, empieza por limpiar tu cuarto, ropa, y platos...
8. En la escuela ya no hay ganadores
y perdedores. Ahora todos tienen la oportunidad de encontrar la respuesta
correcta para que todo sea más fácil, pero en la vida real eso no ocurre. Si te
equivocas, pagas el precio y pierdes.
9. La vida no se divide en
semestres o trimestres y no tendrás las vacaciones ideales en lugares
paradisíacos. Pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti
mismo, para eso existe el tiempo libre, del que tendrás muy poco si quieres
progresar.
10. La televisión no es parte de la
vida cotidiana. En la vida real, las personas salen de la cafetería para ir a
trabajar. 11. Sé amable con los más inteligentes de tu clase ya que es
probable que termines trabajando para ellos o bajo su dirección.
¿Qué te parece Joselito? expresó Goyín
entusiasmado….
¡Bien anguirú!…interrumpió Joselo;
comparto tu satisfacción y te felicito por dedicarte a la lectura, animó Joselo
y agregó: pero quiero señalar algo que el exitoso Bill Gates olvidó o no sabía:
No se acordó de Aquel que le dio los talentos: de ¡Ñandejara!
“Porque ¿quién te
distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué
te glorías como si no lo hubieras recibido?” (1 Cor. 4:7).
Por mucho que nos afanemos, no podemos
añadir a la vida ni siquiera una hora (Mt.6:27), si sin Cristo nada
podemos hacer (Juan 15:5), si todo buen regado y todo
don perfecto desciende de lo alto (Santiago 1:17), ¿cómo puede uno ignorar lo que
gratis recibimos?
Por
lo tanto, debemos examinarnos cuidadosamente y responder con honestidad a estas
preguntas que hace Pablo: “¿qué tienes que no hayas
recibido? Esto no significa que no valoramos el esfuerzo humano.
No importa qué
tan emprendedores, aplicados o responsables seamos en nuestras tareas o profesión,
amigo: nada tendríamos si Ñandejara no nos da. Él da la vida, Él sustenta, todos los talentos que vienen de su generosa
mano.
Es orgulloso y arrogante quien cree ser
un experto en todos los temas, y que, en consecuencia, no tiene interés en
escuchar otras opiniones. Una persona arrogante llega, incluso, a despreciar y
ofender a las otras personas. (El comentario no acusa a Bill Gates...sólo es una tendencia humana)
Los soberbios se complacen en sus
éxitos, en su fortaleza de carácter indomable, en su sabiduría humana, en su
poderío económico, en su viveza criolla, en una vida independiente de Dios.
Pero, nosotros los cristianos Goyín,
damos gracias a Dios por los dones recibidos: inteligencia, fortaleza,
voluntad, salud, alegría…y encontramos consuelo en Él, su Palabra es nuestro
consuelo en medio de tantos problemas.
Porque… ¿Qué tenemos que no hayamos
recibido?
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