miércoles, 27 de mayo de 2020

“AMA Y HAZ LO QUE QUIERAS”...

Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si...
Dice Charlie Gómez-Vírseda, SJ: El problema es que amar no es tan sencillo. Como lema está muy bien pero a la hora de concretarlo, surgen los problemas. Porque a veces aquello que creo que es amor no dura en el tiempo.

Otras veces, detrás de un acto aparentemente generoso, descubro que me estoy buscando a mí mismo; que en realidad me ofusco si no se me agradece lo suficiente. Quiero amar, pero depende de a quién.

Hay gente a la que soy incapaz de amar porque me producen rechazo, o me son desconocidos, o simplemente porque ellos tampoco me tratan bien. A veces no amo por miedo a que me hagan daño.

Prefiero simular un sucedáneo de amor, que me permite pasar página sin que duela. En ocasiones, amar supone renunciar a mi tiempo o a mi libertad. ¿Un voluntariado? Sí, pero en cuanto llegan los exámenes…

¡Qué fácil es querer el bien… pero qué difícil hacerlo bien! Ahora me doy cuenta de la cara oculta de esta frase: ama y haz lo que quieras. Sí, pero ¿quién me enseña a mí a amar?

¿Quién es capaz de proponer un amor incondicional hasta el final? Es ahí donde el cristianismo responde con una vida, con una historia, con un nombre. Jesús de Nazaret, el rostro de Dios vivo.

En el Evangelio se cuenta la vida de quien tuvo el valor de pasar haciendo el bien hasta sus últimas consecuencias. Una vida donde caben silencios y palabras; oración y acción; lágrimas y amistades; consuelos y broncas; alegría y cruz.

Es la vida de quien se hacía llamar Maestro y amó hasta el extremo. Porque quizá, sólo con él y como él, sí que se puede decir: ama y haz lo que quieras.

Pero, ¡cuidado Goyín!.. “Ama y haz lo que quieras”… no es dar riendas sueltas a tus caprichos y ocurrencias, sino lo que realmente es bueno querer. No lo que te digan los sentimientos, o tu capricho, no, no… ¡lo que puedas realmente querer!.

Haz lo que quieras, no es tu estúpida borrachera, tu insano capricho, tu depravado gusto, violando normas y molestado a terceros con alto volumen de tu equipo de sonido, el “perreo”…entre otras perversas conductas condenadas por la sociedad decente.

Sé amigo Goyín que no haces todas estas “goriladas” por malo, sino por tener la conciencia averiada, errónea, tal vez porque en tu casa nada aprendiste. Pero como somos amigos y de verdad te aprecio, me permito ofrecerte una corrección fraterna. (¡Yo también fui en el pasado un aborto social!)

Me despido de vos con sincero aprecio y las siguientes citas: “Más vale ser reprendido con franqueza que ser amado en secreto”. “Más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa.” (Prov. 25, 5-6) ¡Hasta la próxima semana amigo!

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