sábado, 30 de mayo de 2020

FRAGIL HOMBRE POSMODERNO

Diario Epoca – El vacío del hombre posmoderno
Así como la razón cerró algunas vías de la fe, la posmodernidad, en virtud de la crisis producida al hombre, abrió otros caminos para contrarrestarla. “El corazón tiene sus razones que la razón no conoce. (Blas Pascal). Aparece entonces la religión “light”

Retornan los esotéricos. Si la moderna racionalidad minó las creencias religiosas, ¿por qué extrañarnos que la reacción posmoderna haya traído consigo un retorno de lo religioso’. Consideremos algunos datos para la reflexión:

Hay un auténtico <boom> del esoterismo y de las ciencias ocultas (quiromancia, cartomancia, astrología, cartas astrales, cábala, espiritismo, etc). En Europa y EE.UU, sólo los astrólogos registrados oficialmente, son tres veces más que todos los físicos y químicos juntos.

En Francia, por ejemplo, hay más de 50.000 consultorios de pitonisas, videntes, echadoras de cartas, etc. En gran país del norte los astrólogos se acercan a 175.000, y en varias universidades los estudiantes han solicitado ya cursos de astrología.

Y en España, según el diario “El País”, en Madrid, en l.982 había más de 3.000 magos. Junto a todo esto hay que mencionar el comercio de amuletos y  <buena suerte>.

Sin embargo, hay cosas peores. Se calcula que sólo en España, alrededor de un centenar de sectas destructivas establecidas suman 150.000 adeptos, aunque extendiendo su influencia y radio de acción alcanzan a unas 300.000 personas.

A menudo se disfrazan de religiones o asociaciones culturales: Cienciología, Niños de Dios, Hare Krisna, Edelweiss, Misión de la Luz Divina, Iglesia de la Unificación, Secta del Amor Libre.... En Paraguay, ¿somos diferentes? (Estos datos están desactualizados)

Si la modernidad se negó a creer lo que era digno de credibilidad, la posmodernidad no pone reparos a tragarse lo increíble. Quizá sea la expresión de una sociedad frustrada que se vuelve cada vez más receptiva a soluciones mesiánicas y fanáticas, propiciadas por los muchos mercaderes de la ilusión.

Algo curioso sin embargo, brinda un estudio sociológico realizado en Francia por Daniel Bloy  y Guy  Michelat; que no son precisamente las capas menos instruidas las que caen en supersticiones.

Los agricultores, por ejemplo, se manifiestan muy escépticos frente a todo ello; en cambio, los <maestros se definen como el grupo que cree más frecuentemente en la astrología y en lo paranormal>.

Los que han abandonado la práctica religiosa son mucho más propensos a lo <psíco-místico-paracientífico-espiritual-terapéutico> que los practicantes, respectivamente.

Así, el individuo “progre” es: dispersión en la superficie de su vida, obedece a lógicas múltiples y no le preocupa en absoluto la coherencia. Frecuentemente prepara él mismo su “cóctel religioso:

Unas gotas de islamismo, una dosis de judaísmo, un dedo de nirvana; todas las combinaciones son posibles. Añade, para ser más ecuménico, una pizca de marxismo o un paganismo a medida. Por eso:

El individuo, cuando elige a Dios, lo hace sin renunciar por ello a lo demás. La suya es una religión <confortable>, decididamente alérgica a las exigencias radicales. (continuará...)

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