¿DESCUBRIERON LO QUE SIEMPRE SE SUPO?
“Parece que hay un abismo entre el
sentido del juego limpio (’fair-play’ en inglés) que guía a los que juegan y siguen este
deporte y las acusaciones de corrupción que hay alrededor de los que dirigen
este deporte a nivel internacional”, añadió el Duque de Cambridge.
Alguien opinó cuanto sigue: (a) El
fútbol estupidiza, aletarga y aboba,
mentes jóvenes y creativas en vez de aprender oficios o artes de cualquier tipo
malgastan su tiempo y energía mental en aprenderse inútiles alineaciones de
jugadores. (b) Es inmoral lo que les pagan. (c) Son un mal ejemplo para los
niños, un ejemplo de que ser ignorante, mezquino y rico por hacer nada valioso
es aceptable. (d) Son causa de disturbios, actos vandálicos y de violencia
callejera.
Y agregó: Si yo fuese dictador de este
país lo primero que hacía es prohibir los equipos de fútbol, el que quiera
fútbol que juegue con sus colegas….
Linaloe R. Flores comenta:
El
fútbol es una pieza de dramaturgia moderna, representada sobre una alfombra de
pasto verde. En el guión sólo puede haber perdedores y ganadores ante un río de
emociones que arrastra desde euforia hasta la más profunda tristeza. Hoy, es una
válvula de escape para millones en el mundo mientras la realidad transcurre con
sus crisis económicas y sociales.
¿Por
qué logra mover masas en un país injusto, dolorido y hambriento?. Los expertos
dicen que se trata de una construcción de sueños. Pero advierten que la
ensoñación es finita, que sólo dura 90 minutos.
El problema en realidad no es el fútbol,
sino quienes las prostituyen. Alguien que se gana la vida "jugando"
no es más que un bufón. Está bien que existan bufones, pero una sociedad sana no
los encumbra a lo más alto.
Para mí el deporte acaba cuando: le
dedicas más tiempo que a cualquier otra actividad, y cobras por jugar. Si se
invirtiese el dinero en fútbol, si se eliminase la violencia que genera, si no
cobras desmedido dinero que ganan y se diese más dinero al amateur, entonces el
fútbol sería algo sano. Hoy en día está viciado totalmente.
¿Qué dirán los amantes del balompié
quienes acuden religiosamente a los estadios, para disfrutar o sufrir con los
resultados obtenidos por sus respectivos
equipos?
Se recomienda, una y otra vez alentar al
equipo, acudir a las canchas en familia, etc, etc. Pero no todos piensan lo
mismo. Una vez más el fútbol fue víctima de la violencia y el vandalismo por
parte de los delincuentes disfrazados de hinchas.
El domingo pasado se produjeron graves
incidentes entre la barra brava de Olimpia y los efectivos de la Policía
Nacional, dentro del predio del estadio Rogelio S. Livieres del club Guaraní,
en donde resultaron heridos el personal de las fuerzas del orden y miembros de
la prensa.
Lo ocurrido en la cancha de Guaraní es una alerta para los organismos de
seguridad de nuestro país, así como los legisladores que tendrán que revisar la
ley de violencia en los escenarios deportivos, para prevenir otros hechos
lamentables. (cfr. La Nación 02.06.15).
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