¿DESCUBRIERON LO QUE SIEMPRE SE SUPO?
Dice Ricardo J. Galarza: “Borges decía
no entender la pasión por el fútbol, al que consideraba —en uno de esos juicios
lapidarios tan común en él— “una forma del tedio, un juego tonto, en el que 22
hombres vestidos de niños corren detrás de una pelota”.
Más recientemente, en su novela La
virgen de los sicarios, el escritor colombiano Fernando Vallejo describe al
fútbol como un idiotizador anestésico, capaz de obnubilar a un pueblo entero
ante la crisis más severa.
Y en defensa de su Majestad el Futbol”
alguien dijo: “De algún modo es cierto; cuesta entender al fútbol como fenómeno
de masas, y como pasión que por momentos relega todo interés público, en una
sociedad tan descompuesta y repleta de calamidades como la moderna. Pero así
es, y no lo va a cambiar ni Borges ni Vallejo ni todos los intelectuales que son
y han sido”.
Pedro Echeverría dice: “El fútbol como
droga que idiotiza, hace olvidar la explotación, la miseria y el hambre. El
fútbol es el mecanismo más importante por la enajenación que produce, su
promoción en los medios, la acumulación de capital para dirigentes, así como
por su vinculación con el poder público y empresarial. No se quizá, estos
tumultos pasionales representen la oportunidad de expresar la única brutal e
irracional satisfacción colectiva”.
El pueblo vive de emociones, así es el
mundo; por eso en la historia antigua se habló del “pan y del circo” para tener
entretenida y controlada a la población mientras las clases dominantes acumulan
riquezas. Así como hoy los muchos campeonatos de fútbol, homenajes a caros
artistas extranjeros, movilizan millones de personas, para hacer que los
esclavos modernos produzcan más e inventaban cualquier número de festividades
en los momentos que el descontento se extendía más.
Ya no es el circo de los gladiadores,
esclavos ni leones sino el fútbol, que
de ser un maravilloso deporte como otros muchos, lo han convertido en un gran
comercio que produce millones y millones de ganancias a grandes empresas
capitalistas que sirve a un sistema de dominación que ha servido para enajenar
y apaciguar a las masas – no pocas veces con el guiño complaciente de
instituciones del Estado. Y el 90 por ciento de los fanáticos del fútbol son
los más explotados y miserables, pero su majestad el futbol, les da momentáneo
respiro a sus frustraciones y miserias.
Así, en muchos países la enajenación al
fútbol es brutal porque además es un negocio directo de poderosísimos
empresarios. A través del fútbol las televisoras obtienen miles de millones de
ganancias. No hay noticiero de TV o radio donde no se den noticias del fútbol.
Preguntaba alguien hace unos días: ¿Por qué así como se aconseja a cualquiera
hacer deporte no se aconseja a las personas y deportistas que lean?
Si las 24 horas del día se “consume”
fútbol, droga, asaltos, novelas, individualismo, y no se le da otras
alternativas que le enriquezcan el pensamiento, la población seguirá
refugiándose en su fanatismo idiota, pues la masa pierde y algunos dirigentes
se enriquecen. Entre tanto son usados como fanáticos que pueden ser manipulados
como le venga en gana a las clases dominantes. Así el futbol, es un gran idiotizador de masas.
Nota: Las opiniones
recogidas pertenecen a diferentes personas. Particularmente concuerdo y me
adhiero al fútbol deporte, no así, al mercantil.
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