¡Dulcemente engañosas!
En esta era del todo-vale, el lenguaje,
también es utilizado para el engaño y la mentira. Las palabras tienen el poder de
fascinar, encantar o herir. Las palabras-trampa escuchamos aquí y allá, ayer y
hoy, en boca de políticos, en letras de canciones, en entrevistas televisivas,
en programas infantiles y demás etcéteras. Aquí y por razones de espacio,
citamos algunos términos engañosamente prostituidos: