¡De vivir un cristianismo comprometido!
Ser cristiano no consiste tan sólo en haber sido bautizado, sino en ser alegre, amable, fiel, paciente, humilde y con dominio propio para que estos te mantengan en la senda de Dios. Son los frutos del Espíritu. (Gl 5:22). ¡Tremendo desafío y riesgo!
¿Cuáles son los riesgos que supone lo señalado?: Que la gente amable sea mirada como imbécil, "vyro”. Otros podrían pensar que la gente es “aprovechadora”, con intenciones dudosas, por lo que, hay que “ndaje”, ¡desconfiar “loo” de todos y de todo!.