jueves, 22 de julio de 2021

ASQUEANTE

¡Calidad del debate parlamentario!

 
No es necesario poseer gran inteligencia para aseverar que la calidad actual del debate político en el Parlamento, se encuentra en precipitada decadencia, coherente con un país fracturado, maximísero y errante por culpa de viles autoridades. 

Con razón afirma el registro bíblico: “El hombre bueno habla cosas buenas porque el bien está en su corazón; el malo dice cosas malas porque malo es su corazón. De lo que abunda en su corazón habla su boca” (Lc, 45) 

Más allá de todo, ocupar un curul en el Parlamento aumenta el deber que se adquiere para impulsar un proyecto en favor del pueblo. Como hay que discutir, defender, aprobar o rechazar ideas, es vital hacerlas con altura y respeto. 

De tal modo que no dañe o prostituya el “debate” durante la “pulseada” que es acalorada y normal, en el ahínco de atender con lealtad a las promesas hechas al votante. Es deber moral, pues ganan exageradamente bien, por hacer muy poco…casi nada. 

Pero, basta oír los debates para afirmar: ¡qué lejos estamos de tal deseo!. La calidad de discusión es indigna y rastrera. El grave deterioro que hoy alcanza la gestión en el diseño político, dentro y fuera de las instituciones, es detestable. 

Por consiguiente, urge que levanten el nivel y hondura con el que defienden sus proyectos políticos; porque “prostitutas” y “publicanos” entrarán al reino de los cielos antes que ustedes. (Mt. 21-31). Legislar debe ser expresión de respeto a quienes representan. 

Aborrezco a las putas con escapulario”, dijo aquel diputado colorado a las mujeres que critican a la Asociación Nacional Republicana (ANR). 

Al sentirse aludida la diputada replicó: “Al colega le digo que “putas” con escapulario deben ser sus hijas, su esposa y sus amantes…“No di motivos a este coloradito de cuarta, que tiene a todos sus parientes en Itaipú…y defiende a un partido corrupto y prescripto”. 

“Estas bestias no saben cómo responder y atacan a las mujeres. Nosotras tenemos el derecho de ser putas si queremos y no va a ser este ladrón el que venga a juzgar quién es “puta” y quién no, ¿quién se cree?”. 

Ya lo dijo Nicholas Murray político, pedagogo y filósofo estadounidense ganador del premio Nobel de la Paz en 1931, en su discurso: “Verdadera Democracia y la Falsa”: 

-“El Parlamento no es un congreso de embajadores que representan intereses distintos y hostiles, los cuales cada cual debe apoyar como agente y defensor contra otros agentes y defensores. 

-“El parlamento es una asamblea deliberante de una sola nación, con un solo interés, que es el de la totalidad; en donde no deben servir de guía los fines ni las preocupaciones locales, grupales, sino el bien general…en su conjunto”. 

Verdad es que votamos a un miembro, pero una vez electo, ya no es miembro de su grupo solamente, está al servicio del país. No debe ser instrumento servil y adulador de Juntas, ni de partidos, ni de grupos de intereses y mucho menos de la mafia. 

Rechazamos a políticos camanduleros, manipuladores de esperanzados compatriotas, es decir, a vulgares patrioteros quienes nos prometen democracia mientras cada vez más nos hunden en la desgracia. ¡Ja je tyvyro-sacudámonos-Paraguay!

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