En la puerta de la patria paraguaya se
ha encendido una gran fogata de expectativa, fervor y esperanza: la llegada del
papa Francisco a nuestro sufrido y desigual pueblo. Miles de almas abrigamos la
esperanza de algún cambio en el no muy atinado andar político, social y
económico guaraní.
El imperativo categórico de la Fundadora
del Movimiento de los Focolares (1920-2008) Chiara Lubich era: “Obra de tal modo que no tengas
que arrepentirte, en aquella hora, de haber amado demasiado poco”.
La visita papal provoca comentarios de
todo tamaño y colores, diurnos y nocturnos, finos y gruesos, de esperanzados y
de devoradores devorados por rencores y malquerencias, etc. Hasta los mudos,
zombis, contreras o favorables, abren sus fauces para decir lo que quieran. ¡Buena
gimnasia cognoscitiva!. Acusaciones aquí, defensa por allá, alegrías por otros
lares…en fin, o ñe´e ha o ña´a tuichá haicha lo mitá.
Una de las mayores celebraciones
religiosas para los cristianos católicos y ortodoxos, es la solemnidad conjunta de San
Pedro y San Pablo, que se celebra cada 29 de junio. 
Los seres humanos hemos
sido dotados de inteligencia y ésta, nos permite pensar cuán lejos o cerca
estamos de los parientes animales (no racionales). Y por descontado está: es
suficiente razón para sentirnos una fauna de elevada dignidad.
Interesante reflexión del Papa Francisco
acerca de no acumular riquezas en la tierra. (Roma 21.06.13). Sugiere pedir a Dios la
gracia de un corazón que sepa amar y no se deje desviar por tesoros inútiles.
Un agricultor se relaciona con una
profesora porque sus hijos necesitan estudiar; se relaciona con el médico
porque, algunas veces, alguien en la familia se enferma; procura al comerciante
porque necesita hacer compras y vender sus productos; se relaciona con el Padre
o Pastor porque estos le enseñan a relacionarse con Dios y a creer en la luz
del Evangelio, que podría iluminar el nuevo mundo que sueña para sus hijos; se
relaciona con el panadero, con el farmacéutico, con el albañil... y con mucha
otra gente.
Nadie nace para ser una isla, las islas
se relacionan con el agua y con los continentes. Los hombres son seres
sociales. Como las partes del cuerpo se relacionan, así también, los hombres se
intercomunican en todas partes del mundo. La cabeza, sola, no funciona;
separada del cuerpo ya no puede pensar. Los brazos, las manos, las piernas, los
pies desprendidos del cuerpo no pueden ejercer sus funciones.
Las primeras relaciones humanas
surgieron entre el varón y la mujer que Dios había creado y esas primeras
relaciones fueron también divinas ya que Dios era el OTRO en el relacionamiento
de Adán y Eva.
Siguiendo con las reflexiones sobre la
importancia del buen relacionamiento humano, decimos que éste, depende de cada
uno de nosotros. Es necesario, por consiguiente, darnos algunos minutos diarios
para hacer un examen de nuestras relaciones humanas.
Dirían Emmanuel Mounier, Martín Buber, y
otros: “La persona necesita de otras para comportarse conforme a lo que es y alcanzar su plenitud: no hay “yo”
sin “tú”. Las relaciones interpersonales no son un accidente añadido del
que se puede prescindir”.
Sin necesidad de ningún rigor
académico, se puede decir que la experiencia nos muestra que mucha gente no
tiene elevado aprecio ni valora a los que hacen papel de políticos. No
pocos dicen que son haraganes y que sólo buscan aprovechar la ocasión de trepar
al poder, gozar de grandes beneficios y conseguir o aumentar su bienestar en
este “valle de lágrimas”.