¿Es rentable ser honesto?
En el capítulo 9 de Ética General de las
Profesiones, Augusto Hortal escribe: Dada la peculiar relación que cabe
establecer entre el principio de no maleficencia con los otros tres, tal vez la
mejor manera de introducirlo sería imitando esa figura retórica de los escritos
sapienciales de la Biblia y decir que los principios de la ética profesional,
son tres y un cuarto (ya citados) que no vamos a silenciar: el principio de
beneficencia, el principio de autonomía, el principio de justicia y el
principio de no maleficencia. Su enunciado más universal establece: Primum non
nocere: ante todo no hacer daño.