¡Madre de las Virtudes
Se enseña que la Prudencia
es madre y fundamento de las virtudes cardinales: justicia, fortaleza y templanza. Por consiguiente, se concluye que, sólo el Prudente será Justo, Fuerte y
Templado.
Dice Santo Tomás: “Lo
primero que se exige de quien obra, es que conozca”. Por tanto, quien
ignora cómo son y están verdaderamente las cosas, no puede obrar bien, pues el
bien es lo que está conforme con la realidad. Y todo pecado es en cierta
manera, una contradicción de la prudencia. (cfr. Las Virtudes Fundamentales – Josef
Pieper - p. 16).