¿Por qué recorrer “siete” Iglesias en Semana Santa?
El recorrido de las siete iglesias en la noche del Jueves -en algunos lugares se extiende a la mañana del Viernes Santo- es una de las tradiciones más comunes de la Semana Santa en toda América Latina.
Estas visitas y oración en cada una de ellas, no es sino, recordar la comitiva de los fieles a Jesús, en cada uno de sus recorridos desde la noche en que fue apresado hasta su crucifixión.
Sentido de estas visitas:
1ª Iglesia. En esta, recordamos el trayecto de Jesús desde el Cenáculo, en donde celebra la Última Cena, hasta el huerto de Getsemaní donde ora y suda sangre. “Siento en mi alma una tristeza de muerte. (Mt. 26-38).
2ª Iglesia. Aquí se medita la interrogación de Anás… ¿Por
qué me preguntas? Pregúntales a los que me oyeron
y que ellos digan de qué les he hablado...Jesús es abofeteado… ¿Así contestas al sumo sacerdote? (Jn 18, 19-22)
3ª Iglesia. En esta iglesia, la oración se centra en la casa de Caifás, donde le escupieron en la cara y lo golpearon. Sufrió dolores durante toda la noche (Mt. 26, 67...).
4ª Iglesia. A la mañana, los
principales sacerdotes y los ancianos del pueblo maquinaron contra Jesús. Le llevaron atado y entregaron a
Poncio Pilato, el gobernador (Mt. 27, 1-2).
5ª Iglesia. En esta, se acompaña al Señor en su presencia
ante el rey Herodes, quien junto con sus guardias también lo insultaba. Lo trató con desprecio; para
burlarse de él lo cubrió con un manto y lo devolvió a Pilato (Lc
23-11).
6ª Iglesia. Aquí se medita sobre la 2ª presencia ante Pilato. Lo soldados le azotaron y pusieron en la cabeza de Jesús una corona de espinas, lo vistieron con una capa roja diciendo: ¡Viva el Rey de los judíos! Y le pegaban en la cara (Jn 19, 1-3).
7ª Iglesia. Se recuerda el recorrido de Jesús desde la casa de Pilato hasta el Calvario llevando la cruz a cuestas, su muerte, su paso al sepulcro y su resurrección al tercer día. Esta meditación se hace de modo más intenso durante el Vía Crucis, el Viernes Santo.
Hoy, a causa del coronavirus las iglesias están cerradas, pero se puede orar, meditar casa, en familia.
El fin de estas visitas: agradecer al Salvador por el don de la Eucaristía y del Sacerdocio que instituyó aquella noche santa, recordar la soledad y los indecibles sufrimientos…por amor a todos nosotros.
Según
la tradición, cada iglesia, luego de la Misa de la Cena del Señor, guarda el
Santísimo Sacramento en el tabernáculo, en señal de
acción de gracias por su Sagrada Pasión con la que redimió al
mundo.
Oración: Jesús, te acompañamos estos días, deseando que tu palabra germine en nuestros corazones y contigo resucitemos, dejando atrás el “hombre viejo”. Gracias, Señor, vencedor de tu muerte y de la nuestra. ¡Amén!
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