lunes, 12 de abril de 2021

DECÁLOGO DEL HIJO...

Con frecuencia se escucha: “los hijos son reflejo de sus padres”, de ser así, cada papá ansía que tal reflejo sea positivo. Si para el hijo es importante “ser” lo que papá y mamá soñaron, hay cosas que el hijo debe hacer para convertir aquel sueño en realidad.

Una de ellas es la decencia. Es vital hablar con respeto; “Sí, señora, No, señor, Por favor ¿Puedo?” al dirigirte a tus padres. No el progre…“Que tal olúo o, hei muchachita”…para estar en alocada “onda”. 

Escucha a tus padres, porque tienen más experiencia de vida que tú. No importa que tengas un cartón universitario…ellos siempre sabrán más, qué es lo mejor para vos. 

No seas grosero y prepotente al contestar o interrumpirlos con palabras insolentes. Las groserías crean tensión y hacen que la conversación se convierta en inútil discusión y pelea. 

Haz lo que te pidan (siempre que no sea algo ilícito). Cuando hayas crecido, crees que está bien hacer lo que quieres hacer, en vez de hacer lo que tus padres te digan. Ellos no son tus amigos. Si te piden que hagas algo, sólo hazlo. 

Haz tu trabajo. Que tus padres no tengan que pedirte una y otra vez, hacer tus tareas. Si sabes qué es lo que tienes que hacer de manera diaria o semanal…Hazlo, hacé… ¡ejapo! 

No seas zángano. No los tortures con tu desconsideración. No los conviertas en tus sirvientes. No solo te ocupes de tus tareas, además, ayuda a preparar la comida, lavar la ropa, pasear al perro, barrer, lavar el auto, etc...no seas cara rota...ñembotavy y tirano...dejando todo el peso del trabajo a tus padres.

No discutas. Es común que los hijos crean... "los viejos" se equivocan, están desfasados. Aunque tengas razón, ¿qué ganas discutiendo?. Dice el refrán: “Podrías ganar la batalla, pero perderás la guerra”. 

Es normal que veces no estés de acuerdo con ellos. Pero, si discutes mucho puedes romper la armonía, la comunicación. No grites. Mantén la calma.... ¿Hay peor cosa que pelear con tus padres? 

Ten consideración sin importar tu edad; ellos te cuidaron, te dieron lo necesario durante mucho tiempo. Muestra gratitud por lo que hicieron y siguen haciendo por vos. ¡Valóralos! 

Acepta a tus padres tal como son, perdónalos, mímalos. Así como no sos perfecto, ellos tampoco lo son. Hoy ya son viejitos con achaques. Por ello, alegra sus días, abrázalos. Evita juzgarlos. Nada pierdes.

Entendéna que podrán rechazar tus pedidos por un buen motivo. No siempre tendrás lo que quieres aquí y ahora. Ellos tienen derecho a decirte “no” si es por tu propio bien. Y nunca los manipules para conseguir lo que deseas. 

Abraza a tu padre. Toma la mano de tu madre al caminar. Despídete siempre con cariño, es que quizá… ¡sea la última vez que lo hagas!... Por ello: 

1. Sé obediente.

2. Ayuda en todo lo que esté a tu alcance.

3.  Intenta no quejarte.

4. Cuando te necesiten, apóyalos. El cielo te recompensará por ello.

5. Vive los mejores momentos con tu familia.

6. Haz actividades que ayuden a la unión familiar.

7. Pasa buenos momentos con papá y mamá.

8. Nunca abandones a un familiar... los que hacen eso son escoria.

9. Sé siempre respetuoso.

10. Saluda siempre a tus padres, nunca sabes cuándo será la última vez que los veas...

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