Parece que luchamos contra “tormentas” que nos superan, pero a pesar de todo, logramos vencerlas…aun cuando el “agua nos llega hasta el cuello”. Las tormentas son apuros que parecen hundirnos, porque no encontramos una salida.
La reacción natural frente a una tormenta es sentir miedo, sin embargo Jesús nos anima y pregunta: ¿Por qué tienen miedo? Si “Jesús está en nuestra barca”, jamás nos hundiremos.
Cuentan la historia de un rey que contrató varios pintores para pintar un cuadro sobre la paz. Cada artista pintó su obra maestra, representando la paz tal y como como la percibía.
Uno dibujó un océano tranquilo con palmeras y gaviotas. El siguiente retrató campos verdes... Cada uno puso todo su esfuerzo. Llegó el día de mostrar sus trabajos al rey.
Una por una, estudió las pinturas. Y una por una, las rechazó. En su opinión, ninguna expresaba verdadera paz y tranquilidad. Finalmente, se paró frente al último cuadro. Los colores eran oscuros y sombríos.
Un cielo gris se extendía sobre los árboles oscuros y amenazantes de un bosque. Los rayos se precipitaban amenazadores por el aire. Una poderosa cascada se estrellaba sobre rocas peligrosas, y los buitres daban vueltas alrededor.
Inclinándose hacia adelante, el rey vio un pequeño arbusto que sobresalía por detrás de la cascada. Protegido entre sus ramas, había un nido y dentro del nido, una familia de pajaritos; durmiendo. ¡Este es mi retrato! exclamó el rey.
La vida nunca es un mar tranquilo sin olas ni viento. No hay campos verdes y exuberantes sin víboras... La vida es un desafío. Los buitres vuelan a nuestro alrededor y el cielo es a menudo oscuro. La paz interior tiene que encontrarse en nuestro corazón.
“Paz en la tormenta” es un tema original en inglés del compositor Kirk Allen, quien lo escribió después de haber perdido a su esposa e hijo durante el parto en 1974”. Y dice así:
Cuando lloras por las veces que intentaste...
Tratas de olvidar las lágrimas que lloraste.
Solo tienes pena y tristeza,
El futuro incierto espera.
Puedes tener paz en la tormenta.
Muchas veces yo me siento igual que tú.
Mi corazón anhela algo real (ahhh)
El señor viene a mí y me ayuda a seguir,
En paz en medio de la tormenta.
Puedes tener paz en la tormenta.
Fe y esperanza cuando no puedas seguir.
Aún con tu mundo hecho pedazos,
El señor guiará tus pasos,
En paz en medio de la tormenta.
“Cristo
es nuestra paz. Él hizo de judíos y de no judíos un solo pueblo, destruyó el
muro que los separaba y anuló en su propio cuerpo la enemistad que existía”
(Ef. 2:14)
Gracias estimado Rubén por inspirarme a reflexionar sobre la paz, ¡hoy tan urgente y necesaria…más que nunca! Y ¡gracias también... por el bendecido domingo con los hermanos en la fe!
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