Hace algún tiempo, en un programa radial, un oyente preguntó al invitado: ¿Qué hacer con vecinos ruidosos…que quebrantan la paz, un preciado bien común? El entrevistado respondió así: Dice la Ley nº 1.100/97 de Prevención de la Polución Sonora.
Art.1º. “Esta ley tiene por objeto prevenir la polución sonora en la vía pública, plazas, parques, paseos, salas de espectáculos, centros de reunión, clubes deportivos y sociales y en toda actividad pública y privada”... Entonces, recomiendo a la audiencia:
1º. Hable amigablemente con su
vecino. Es posible que no advierta que esta creando desorden, ya que, el
ruido le resulta confortable. Al tomar conciencia del error, se resolverá el problema
de modo fácil y rápidamente.
2º. Si no logra resolver sus diferencias hablando, el siguiente paso es conseguir una copia de las leyes locales sobre el ruido. Obtenga copia Ley nº 1.100/97 de Prevención de la Polución Sonora.
La Municipalidad de CDE -Dirección del Medio Ambiente, habilitó una línea telefónica para las denuncias por polución sonora, recordando la vigencia de la Ley 1100/97..y la Ordenanza Municipal 23/92 JM de "Ruido Molestos".
Haga una copia para su vecino como un gesto amistoso y civilizado, para que baje el volumen del ruido. Además, conserve pruebas de todas las actividades irritantes.
3º. Advierta a su vecino por escrito, si los pasos 1 y 2 no dan resultado. No lo amenace, pero dígale amablemente que si siguen los ruidos molestos, no tendrá otra salida más que denunciar....
4. Si usted ha hecho todos los pasos anteriores y su vecino sigue causando ruido, llame a la policía. Todos sabrán que usted trató repetidamente de resolver el problema…culminó el abogado.
Pero, quienes gateamos tras los pasos del divino Maestro, preferimos, en principio, "vencer al mal haciendo el bien", según recomienda Romanos 12, 21. Es oportuno recordar que el 30.01.2005, Juan Pablo II pedía enseñar a los niños (día del niño hoy) vencer el mal con el bien y lograr la paz.
Recordó que Jesús dijo: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos” (Mt 5,9) ¡También los niños pueden serlo!
Y agregó: “es necesario vencer la injusticia con la justicia, la mentira con la verdad, la venganza con el perdón, el odio con el amor”.
Así mismo remarcó que tal estilo de vida, “no se improvisa, sino que necesita una educación desde la infancia. Y sobre todo de modelos válidos en la familia, en la escuela y en cada ámbito de la sociedad.
Por ello insistimos: La familia, además de ser oficina de vida, además de ser taller donde se plasman las mejores obras. Es vehículo de la tradición, es el lazo de unión de lo pasado con lo porvenir.
Instruir es, aprehender conocimientos. Educar es, mutar hábitos. La mayoría de nuestros abuelos, no estudiaron. No eran instruidos…sin embargo, eran educados, modelos de conducta cívica y moral. ¡Feliz día del Niño!
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