lunes, 13 de diciembre de 2021

ESTOY CON LA…

 Conciencia… ¿tranquila o LIMPIA?

¿Es lo mismo tener la conciencia limpia y tranquila? ¡No! Porque, puedo ser corrupto y dormir tranquilo. Hay gente viviendo conforme a su “conciencia”, porque ¡el terrícola es lo que piensa y hace todos los días! 

Somos lo que hacemos repetidamente” (Aristóteles) Así, la excelencia, no es un acto; es un hábito. Y también, la bajeza, indignidad, miseria, prepotencia y corrupción, están arraigadas en nuestro estilo de vida cotidiano, es decir, en nuestro “sistema operativo”. 

Así, por hábito narcotizo mi conciencia y duermo tranquilo siendo delincuente-pokarẽ,  porque en mi se anidan y encallecen pecados que no me molestan. Entonces, mi maldad, ya no es reprochable. 

Dicen que la conciencia se compara con el dolor físico; el dolor tiene una función vital; avisa que algo no funciona en el cuerpo. “Si me golpeo la mano, pero no me duele, sigo trabajando; si la lesión es grave, puede aliviarse por sí solo, pero de manera incorrecta”. 

También, la conciencia, es una luz que nos indica que hay algún daño en nuestra vida, para poder repararlo. El papel de la conciencia es alertar sobre lo malo, animarnos a hacer el bien y evitar el mal. 

Borrar la conciencia es vivir en un mercado de mentiras y cloaca social, de amplio surtido de opiniones, mostradas todas ellas con el más esmerado marketing ideológico, a gusto del consumidor y al grito de la moda, dirá el recordado maestro S. Núñez.                                                        

En nuestro dolido suelo, casos de políticos rociados por corrupción duermen en la Justicia. U.Hora-24.01.16, reunió casos de políticos imputados-acusados por corrupción, con procesos están encajonados en la Justicia. Hoy ¿qué cambió?... ¿Conciencia tranquila? 

El pastor Armín Ihle, de destacada actuación en defensa de los derechos humanos durante la dictadura pasada, afirmó tras recibir un galardón en Montevideo: el “gran enemigo” de hoy del Paraguay es la corrupción.  

Quien roba al Estado, nos roba a todos. Es el “gran enemigo” que nos priva de un presente mejor y de un futuro promisorio(Abc-14.09.14) Hoy… ¿qué cambió?... ¿Conciencia tranquila? 

Ante cualquier indicio que salpica al sospechado por corrupción, lo primero que aduce es que son víctimas de “campaña de desprestigio”, que forman parte de una campaña que es impulsada por cierto sector de la prensa. 

Negar la culpa, es actitud del infiel descubierto. Niega una y otra vez. Y lo hace por la misma razón que teme el infiel: evitar las consecuencias. La persona corrupta niega y niega… cual adúltera descubierta en cama ajena, dirá aquel amigo. 

Sabemos que ningún país está libre de corrupción, pero tal realidad no es combustible para seguir en este mísero estado de sepulcro social. Podemos y debemos aspirar vivir y dormir tranquilos, no por cauterizar la conciencia, sino, por conservarla limpia. 

¿Qué mortal no busca felicidad? Esta se logra, irónicamente, desde el sacrificio y renuncia al mal, el interior acerado por la ética. Es tonto buscar fuera lo que podemos hallar dentro. Entonces, hagamos sin esperar nada de nadie, lo que estamos llamados a ser y a hacer. 

Anestesiar la conciencia y tirar sobre el hombro de otros nuestras culpas y miserias, es tan tonto, como que -creyéndome muy inteligente-, “intente mover una pesadísima mesa llena de libros, en vez de acercar la silla”.

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