En el Antiguo Testamento, los sacerdotes, profetas y reyes eran representantes de Dios. A través de su ministerio edificaban el pueblo (Dt. 17,8-14). En el Nuevo Testamento, a Jesús se le da tres títulos: Sacerdote (Heb. 4,14-16), Profeta (Lc. 24,19) y Rey (Jn. 6,15)
El Cardenal
Newman, recuerda al cristiano atender el triple ministerio de la Iglesia:
el profético, la regla de la verdad contra el relativismo; el sacerdotal,
guía al culto a Dios, y el ministerio real, servicio y autodominio
contra la ambición desmedida. En este
compromiso los laicos tienen lugar: inicia en su familia, luego en la
comunidad.
“Son
fieles cristianos quienes incorporados a Cristo por el bautismo, integran el
pueblo de Dios, participando en la función sacerdotal, profética y real de
Cristo, cada uno y desempeñar la misión que Dios encomendó a su Iglesia y en el
mundo” (D. Canon. 204)
Padres y
padrinos deben cumplir el compromiso asumido libremente. Así, sacerdote es
el nexo, unión o puente entre Ñandejara-Dios y la feligresía.
¿Somos puente entre Dios y nuestra Iglesia doméstica, ñande tupao í?
Recordemos:
a) Para Padres y Padrinos, Sacerdote significa vivir
lo que se predica: La palabra del incoherente no tiene valor. En cambio, un
papá que enseña lo que vive educa mejor. Con su ejemplo los hijos no serán
arrastrados por el torrente de pecado. Deben ser modelo de conducta para los
hijos. Padres mentirosos, viciosos, deshonestos (pókaré, tavý y mbareté) engendran
hijos “problemas”.
b) Para Padres y Padrinos, Profeta es: Anunciar la Palabra de Dios y denunciar
las Injusticias. Para
ello, es necesario conocer, al menos, lo básico de la Biblia.
De lo contrario, nada se puede anunciaR, ni enseñar. Además de
anunciar…denunciar lo que está mal;
en la calle, plaza, en las instituciones públicas, como hizo Juan Bautista.
Callar es complicidad. Ayuda meditar Lc. 4, 18-19.
c) Para Padres y Padrinos, Rey significa: Servir, como
Cristo (Mt. 20,28) Tener señorío, autodominio, sobre el modo
de pensar, decir y hacer.
Pensar con honestidad, decir la verdad, hacer el bien. Los hijos tienen
que ver, más que escuchar, en padres y padrinos conducta
esclarecida, por las virtudes de Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza.
¿Cómo hacerlo? Con una iglesia doméstica de valores, paternidad responsable en su accionar, oración, acción. Si hay familia, es porque hay Papá y Mamá. Hablar de familia es un gran desafío, porque nunca como hoy, se vive bajo tantas presiones: estrés laboral, inseguridad, crisis económica, violencia social, consumismo… que afectan las relaciones interpersonales.
¿Cómo hacerlo? Con una iglesia doméstica de valores, paternidad responsable en su accionar, oración, acción. Si hay familia, es porque hay Papá y Mamá. Hablar de familia es un gran desafío, porque nunca como hoy, se vive bajo tantas presiones: estrés laboral, inseguridad, crisis económica, violencia social, consumismo… que afectan las relaciones interpersonales.
Como metástasis,
estos males (violencia, drogadicción, alcoholismo, prostitución a edades cada
vez más temprana) sufren los hijos, lo que produce “hijos huérfanos”,
según el sociólogo Sergio Sinay, quien señala algunos tipos de Orfandad:
- Orfandad
Ética: Los padres no trasmiten valores, (no tienen o porque los ignoran, o ñembotavy). - Orfandad
Afectiva: Los hijos carecen de afectos que refuercen el valor como persona.
Esta orfandad muchas veces es sustituida por “cosas-regalos materiales”.
- Orfandad
Comunicativa: En casa no hay diálogo. Se vive juntos, pero no “unidos”. - Orfandad
Normativa: No hay normas ni límites para nada. Todo es permitido en nombre de
la “democracia, libertad y dignidad”…. Y finalmente;
- Orfandad
Espiritual: Dios es "aplastado", ignorado por el “dios de las 4 P´s”: plata, poder, placer,
prestigio. Nos “hormean como estúpidos”, el fútbol mercantil, la
pornografía de la Tv y tantos “ídolos pasajeros”. ¿Qué idea de Dios tienen hoy
muchas "familias cristianas”?
Disciplinar proactivamente a los hijos. Disciplinar no es castigar. Es discipular,
guiar, enseñar, modelar. Evitar dos extremos: Permisivismo y
el Autoritarismo. Se disciplina proactivamente:
1. Fomentando respeto a los padres: El respeto del hijo a los padres es
innegociable. Hijo no educado, futuro “tirano”
hará de sus padres esclavos de sus caprichos y, fuera de casa, un problemón.
2. Respetar a los hijos: No se puede exigir respeto si no se respeta. No
se debe violar sus conciencias pidiéndoles hacer lo que no se debe. Muchos
padres “usan” a sus hijos…3. Vivir con lo estrictamente necesario. Evitar consumo idiotizante,
innecesarios.
¿Cómo hacer para
no criar idiotas morales? Viviendo de otro modo, con templanza. La templanza grita
a los padres: ¡Moderen el despilfarro, tengan austeridad..!
Recordemos a
Sócrates….!cuánto es lo que no necesito y lo que necesito, cuán poco lo
necesito! La familia sobria cuida de no complacerse demasiado en las
cosas llegando a sobreestimarlas de tal modo que, si dejaran de estar presentes
alguna vez, le quitará paz.
El hombre
superior ama su alma. El inferior, sus cosas. Sólo sabe cuidar lo ajeno quien
sabe poseer lo propio. Las personas sobrias cuidan los pequeños gastos, sin
caer en la avaricia, por eso gastan una moneda menos de lo que ganan (actitud).
Sólo un lujo
es irreprochable: el lujo de
despojarse de lo superfluo, un lujo bendito que comienza por educar mejor los
hábitos del gusto y del consumo. La templanza, es una virtud del
día a día, concluye el hermano en la fe Carlos Díaz H.
¡Salud y paz al Equipo "Promoción de la Fe" al servicio del Reino! - Parroquia San Lucas-CDE
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