viernes, 24 de julio de 2020

EL ADMINISTRADOR ASTUTO (Letradito-Pokaré)

                                              Frases para gente mal agradecida - Literato (2)
Dijo Jesús a sus discípulos: Era un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de mal administrar su hacienda; le llamó y le dijo: "¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando".

El  administrador pensó: "¿Qué haré, mi señor me quita la administración. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus casas",

Y convocó uno por uno a los deudores del patrón, dijo al primero: "¿Cuánto debes al patrón?" Respondió: "Cien medidas de aceite." Él le dijo: "Toma tu recibo y escribe cincuenta" Después dijo a otro: "Tú, ¿cuánto debes?" Contestó: "Cien cargas de trigo"

Y le dijo: "Toma tu recibo y escribe ochenta". El señor alabó al administrador injusto porque había obrado astutamente, pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz. (Lc 16, 1-8)

Jesús “alaba” al empleado deshonesto por su “astucia”. La corrupción es una antigua costumbre pecadora. Dios nos pide ganar el pan honestamente. Y este “letradito” daba de comer a sus hijos pan sucio, indigno, por el robo…!como tantos “letraditos” hoy

Alguien podría decir: ¡pero, este tipo hizo lo que todo el mundo hace! ¡No! Conocemos administraciones y empleados honestos. Aunque no son muchos. Este empleado mató la confianza del patrón. Para el humano el empleado, aunque haya cambiado, no es de fiar. 

Pero, si alguien está mba-é en la situación del empleado deshonesto y se arrepiente de corazón, para Ñandejara Jesucristo, tiene más valor el cambio de comportamiento que el pecado. Con toda certeza, el Señor Jesús, perdonará.

Él conoce nuestras caídas, pero basta un sincero arrepentimiento y que le pidamos perdón, para que nos devuelva su confianza y se sienta orgulloso de nosotros, como el amo de la parábola del hijo pródigo.

¿Qué lección nos deja esta parábola?. No imitar la falta de honradez del empleado. Pero sí, que tengamos viveza e imaginación positiva para realizar la tarea con eficiencia y eficacia. Dejar el kaigue, py tyryry, y vai vaí el trabajo por el cual se recibe una paga.

No basta con rezar solamente, tenemos que pensar, poner medios, buscar la forma de conseguir lo que queremos, y actuar. "A Dios rogando y con el mazo dando", significa  trabajar con responsabilidad e integridad.

También es provechoso lo que nos enseñó San Agustín: "Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti". Trabajar significa no sólo obrar, sino con ingenio, prontitud e inteligencia.

A la vez Jesús nos pide ser sagaces, no astutos. La virtud de la sagacidad consiste, además, en la habilidad de mantener buenas relaciones con los demás, de tal manera a solicitar con confianza ayuda, en ausencia de nuestros padres o los más cercanos.

Sagacidad, es también, habilidad para encontrar personas y medios justos y más eficaces para alcanzar un objetivo, cuando “las papas queman”. Permanecer antisociales, autosuficientes y soberbios, escondidos de todos, será una barrera para ser socorridos.

Finalmente, la astucia siempre forma “maridaje” con el maligno, porque el astuto finge, miente y engaña para lograr su objetivo.

No podemos servir a dos señores, a Dios y al dinero. Dice San Pablo que la avaricia es la raíz de todos los males (1ª Tim 6,10), y tanto la avaricia como el dinero no se refieren sólo a lo económico, sino que pueden entenderse en sentido amplio como todo ídolo.

La plata potá, falso señor, cautiva el corazón humano, lo somete y aleja de Dios: dinero, placer, fama, poder, tranquilidad injusta... No es posible ser fiel en lo espiritual, si nos esclaviza la “prostituta universal”, como llamaba Shakespeare al dinero.

Ganamos mucho si nos contentamos con lo que tenemos, dando gracias a Diis y viviendo bajo su mirada y protección. ¡Así sea!

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