jueves, 16 de julio de 2020

LOS SACRAMENTOS DEL CRISTIANO

(3º Encuentro de Padres y Padrinos de Bautismo)
sacramentos de iniciacion cristiana - Buscar con Google | Los 7 ...

¿Qué son los Sacramentos? “Son signos sensibles que presentan una realidad invisible”.

Por ejemplo: En el rito del bautismo, los signos o señales visibles son el agua, las palabras, la vestidura blanca, el óleo, etc. La realidad invisible: el bautizado es sellado como hijo de Dios y con derecho a heredar el Paraíso.

Lo malo es que para muchos cristianos – dice Luis González-Carvajal – los sacramentos siguen siendo ritos, al margen de la vida. Accedieron a los sacramentos sin suficiente evangelización. ¿Cuánta responsabilidad tenemos, padres, padrinos en este asunto?

Curiosamente, mientras muchos cristianos rechazan los sacramentos, los no creyentes sienten la necesidad de inventarse algo que lo sustituya. El poeta Pablo Neruda cuenta cómo reaccionó ante la muerte de su amigo Alberto Rojas Giménez, así:

Él y otro amigo, llevaron dos grandes velas como las de un hombre, y las encendieron en el centro de la basílica de Santa María del Mar, Barcelona. Se sentaron frente a las velas y dos botellas de vino, que simbolizaban el “torrencial alcoholismo” del difunto.

“Pensemos, dice Neruda, que aquella ceremonia silenciosa, pese a nuestro agnosticismo, nos acercaba de alguna manera misteriosa a nuestro amigo muerto”. De entre todos los signos de Dios que hay en el mundo, uno se destaca luminosamente: Jesús de Nazareth.

Jesús, el único que pudo decir de sí mismo: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre” (Jn, 14-9). Por eso, es común afirmar con razón que “Cristo es sacramento de Dios”. Y la Iglesia entera es sacramento de salvación.

El Concilio de Trento definió que “los sacramentos de la Nueva Ley no son ni más ni menos que siete” Siete: significa totalidad. Repetimos, Sacramentos son signos visibles que hacen presente una realidad invisible.

Esa realidad invisible no es otra cosa que el mismo Dios, dice Luis González-Carvajal. Los sacramentos son encuentros con Dios; y encuentros que tienen lugar sensiblemente, como reclama nuestro ser corporal. (Agua, vela-luz, palabras, óleo, pan, vino, etc).

El Concilio de Trento afirma: “Los sacramentos obran en virtud del propio rito, no por el rito en sí, sino porque es una promesa de Dios. La eficacia de los sacramentos no depende de la santidad del ministro. Dios obra a través del rito, que su “malo o inútil ministro” realice.

 Sacramentos son fuerza y valentía para seguir a Cristo. San León Magno decía: “Hay que completar en la propia vida lo que la celebración del sacramento inicia” Lo contrario sería como “liquidar la gracia”, darla al precio de propina. Hay personas que, después de años “recibiendo” frecuentemente los sacramentos, se caracterizan por conductas reprochables.

No es posible para el cristiano, transitar por este “valle de lágrimas” sin el auxilio de los sacramentos. El caos establecido en la sociedad, el torrente de pecados, se debe a la ausencia de vida sacramental, es decir, del alejamiento de Cristo. Por medio de los sacramentos, y fundamentalmente, de la Eucaristía, se cumple en nosotros lo que afirma la biblia: “Somos Templos del Espíritu Santo

El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. Palabra de Dios (cf. Jn 6,51-58).(continuará...)

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