martes, 28 de abril de 2020

MÁS IMPORTANTE: ¿LA PERSONA O SUS IDEAS?

                           La Dignidad de la Persona Humana - ppt descargar
Ndée Joselito, dijo Goyín, te devuelvo el libro que me prestaste. Leí y no entendí un car….y dejé loo ya. En la página 3 decía: “No todo es respetable”…y más abajo katú he-í: “No es correcto decir: “Respeto tus ideas, pero no estoy de acuerdo contigo

A ver, la pagina 3: “Todas las ideas de los votantes son respetables, dijo el político”… Alguien con voz gruesa retrucó: ¿Hay que respetar las ideas de quienes votan a políticos que legislan contra el pueblo, mientras ellos se enriquecen impúdicamente?

Atendé lo que dice el afamado profesor de ética, Norbert Bilbeny: “Es evidente que la principal víctima del siglo XXI está siendo la idea de progreso. Entonces: ¿hay que respetar a quienes defienden hoy el retroceso”?

En una democracia hay que permitir y acatar todo lo que no atente a sus leyes; es algo indiscutible. (Leyes de tránsito, respeto a la propiedad privada, respeto al bien común, a las personas que piensan diferentes, etc.) Es decir:

Es indudable que debe respetarse la vida, la dignidad y la libertad de cada uno. Todas las personas son respetables, lo mismo que sus derechos. Pero salvado esto, parece que hay otras cosas que no tienen por qué ser necesariamente respetables.

No todas las ideas ni todas las acciones son respetables. Distingamos: el respeto moral supone aprobación; el legal, sólo acatamiento.

Imaginate una democracia donde las ideas (como la zoofilia) o actos inhumanos (como la tortura) son en sí inaceptables, aunque por ley se permita. Entonces el problema se complica cuando lo que es legal no merece ni respeto ni acatamiento.

Por eso Goyín, no todo lo legal, es moralmente aceptable. ¿Cuántos dictadores asesinos en el mundo, no ganaron por mayoría democrática? Hitler ganó por mayoría parlamentaria.

¿Ndée, podés pio poner un ejemplo más fácil?.. he-í Goyín. Con paciencia de monje tibetano Joselito, ensayó el siguiente ejemplo: “Vamos a suponer que para vos la miel de abeja es agria., porque tenés el gusto estragado (corrompido)”….

Claramente, no tenés razón. Luego, tu idea no es respetable. Pero, vos  Goyín, como persona, merecés todo el respeto del mundo, porque la persona es más valiosa y respetable que sus ideas o creencias.

Dicho de otro modo, por falla en tu sentido del gusto, crees que la miel no es dulce, que vos tenés razón... pero, es una verdad subjetiva (sólo para vos), es TU verdad…NO LA VERDAD, porque la miel es dulce, antes, ahora, mañana, aquí y allá y siempre.

¿Te queda claro amigo? Si, si ahora sí… pero, ¿por qué pio los intelectualoides de pacotilla no usan palabras entendibles, claras, en vez de usar términos ridículamente grandilocuentes y pedantescos?

¿Podes pio dar otro ejemplo sencillito mí… para fijar en mi percha mental el concepto?
Bueno mba é: Vamos a suponer que tu amigo, no por malo katueté (sino por su conciencia averiada angá) “te propone un encuentro sapy-aité mi, con una “mariposa de la noche”

¿Es respetable la idea? ¡Nooo…claro que no…si Lapa me pilla…ndéra na loo Joselo!

Ahí está el otro ejemplo querido Goyín: La idea es reprochable, pero…no la persona, no tu amigo, porque la persona…tu amigo es más valioso que su mala idea.¡Entendéa!

miércoles, 22 de abril de 2020

FUNCIONARIO PÚBLICO Y VIDA PRIVADA

                                    Nicolas Laverde on | Frases bonitas, Frases motivadoras y Frases ...
¿Los cristianos deben anular su condición de tal en política partidaria o como funcionario público? ¡No! Un cristiano debe ser coherente, tanto en su vida privada como pública, dice David Ramos-ACIprensa.com.

Alejandro Ordóñez, católico y uno de los más férreos defensores de la vida, la familia y la legalidad en Colombia, desde su cargo ha soportado diversos ataques mediáticos, al tiempo que enfrentaba a diversas instituciones del Estado como la Corte Constitucional.

En entrevista concedida a ACI Prensa, Ordóñez señaló que “hoy asistimos a una especie de esquizofrenia (desequilibrio) social de los servidores públicos. Piensan y hacen lo que quieran en privado pero actúan diferente en lo público”.

“Hay algo que hoy está ausente en nuestra sociedad: La Coherencia. Coherencia que debe tener todo funcionario público, en su vida privada y pública, y con mayor razón, si se declara cristiano”.

Porque, sin ninguna duda, “nuestra vida de familia, religiosa y ética, es determinante en la vida pública”. De lo contrario, estamos ante una gravísima culpa: La “fracturación moral” de la persona, carente de integridad”.

Es decir, considerar que, lo que es malo en “público”, no lo es en “privado”. Ante el público me muestro de modo distinto, diametralmente opuesto a lo que realmente soy en privado. Podría preguntarme… ¿Quién soy realmente, cuando nadie me ve?

 El actuar contra lo que creemos es correcto, “nos convierte en hombres sin conciencia o actuamos contra la conciencia”. “Lamentables actos de imparable corrupción en la función pública, es desvergonzada y dramática realidad moral que nos golpea”.

Si los hombres públicos son buenos padres, hijos obedientes y respetuosos, fieles esposos, honestos servidores públicos… ciertamente, tendremos más buenos ciudadanos, mejores funcionarios.

Al aceptar el “divorcio” entre mi vida privada y mi actuar en público, donde hago “regla” que mi vida privada, nada tiene que ver con la función pública, estoy en un caos personal, definitivamente me involucro en la corrupción “público-privada”.

Alguien acuñó esta sentencia: En los campos donde cabalga la mentira vestida de dulce hipocresía, la sinceridad es siempre la gran incomprendida”.

La hipocresía reina dichosa y rozagante en muchas de nuestras instituciones políticas, en ciertos escenarios laborales, en nuestras comunidades cristianas, e incluso en la intimidad de ñane tupao´i pe (nuestra iglesia doméstica) Ha ¿mba é ja japó?

El cristiano es un ser integral, lo es durmiendo, estudiando, gozando y muriendo: no cabe dividir su vida en mitades segmentadas en cualquier colectivo. Quien posee esta identidad lo trasluce inevitablemente en su acción, donde quiera que esté, dirá C. Díaz.

En un mundo pagano donde habitualmente la universal “prostituta del dinero” abre las piernas… ¿cómo llevar a cabo con seriedad el cristianismo? Y no olvidar que, al parecer, hay un esfuerzo general por suprimir la noción de moral en la familia y en la política

viernes, 17 de abril de 2020

HABLAR ES PLATA; ¡ORO, EL SILENCIO!

Si el habla es de plata, el silencio es de oro”. Muhsin Al-Ramli ...
Decir palabras correctas en momentos adecuados es una virtud que particularmente deseo obtener. Saber cuándo y qué hablar, y encontrar el dominio entre la palabra y el silencio es una virtud íntimamente ligada a la sabiduría. ¿Cómo lograrlo?

Dice Brenda P. de Pedrazzi, la capacidad de escuchar es superior a la capacidad de hablar. De sabios es hablar poco pero con tino y profundidad, mientras invierten mucho tiempo en escuchar, ver y callar.

De ahí el refrán: “ver, oír, callar, son cosas de gran preciar” “Es una necedad y una vergüenza responder antes de escuchar” (Prov. 18,13)

Gran parte del éxito en las relaciones interpersonales se debe a la capacidad de escuchar, más que a la de hablar, pues no pocas veces, hablar demás, o, palabras vanas y sin sentido, está ligado a la estupidez y, paradójicamente, a no tener nada que decir. “Somos dueños de nuestros silencios y no de nuestras palabras”.

Otro conocido refrán: “En boca cerrada no entran moscas”. Algunas veces es mejor callar, “atornillar” la lengua antes que pronunciar algo indebido o de lo cual podemos arrepentirnos.

Justo es destacar, sin embargo que, muchas veces el silencio es extrema cobardía y no precisamente sabiduría. Decía el cantante Atahualpa Yupanki: “Le tengo rabia al silencio por lo mucho que me perdí; que no se quede callado quien quiera vivir feliz”.

Es que muchas personas no hablan por no comprometerse. ¿Cuántos silencios son cómplices de horrendos crímenes?  Sepultar la verdad con el silencio es atentar contra ella; y la no verdad es mentira, y la mentira es pecado capital.

¿Muchos, hoy no se arrepienten de no haber dicho una palabra que podía haber mejorado una situación?

También el silencio puede entenderse como: “estamos de acuerdo” o, no tener nada que decir. En la reunión de padres, por ejemplo, la directora de la escuela pregunta: ¿Están todos de acuerdo?

Y como todos permanecen callados, se supone que todos están conformes. Pero no siempre es así.

Al salir de la reunión, no pocas personas dicen: “Yo no quería luego…” ! Siempre  son unos pocos nomás los que deciden..! ¡Cheve na chegustai voi kurí, porque, mata mata kuete o decidipá!

Es oportuno, por consiguiente, tomar en cuenta lo que dice el siguiente refrán: “Guárdate del hombre que no habla y del perro que no ladra”, dando a entender que en muchas ocasiones, el silencio puede ser más peligroso que las palabras.

En nuestra dictadura pasada ¿cuántos crímenes, violaciones, desapariciones y torturas han tenido como cómplice al “silencio”? ¿Cuántos no han tenido postura ante tanta arbitrariedad?

En el día a día de nuestra existencia nos enfrentamos cada momento con dilemas éticos de callar o hablar.

¿Cuántos  casos de corrupción, robo y otros tipos de inconductas no callamos?
También tenemos a flor de piel eso de: “No te metas…te podés complicar inútilmente, ¿qué te importa?, podés  perder tu trabajo y complicarte la vida…”

 ¿Acaso no vivimos situaciones de injusticia en cada momento… y qué hacemos?  ¿Callamos o hablamos?

¿Qué hizo Jesús cuando vio a la mujer a punto de ser apedreada? ¿Qué actitud tomó frente a la samaritana, mujer de un sector discriminado?

No nos queda mucho por elegir: o emprendemos el camino de la Verdad, o seguimos con el síndrome de Pilato, haciéndonos del “ñembotavy” sepultando la Verdad de Jesucristo para dar vida y libertad a la mentira y al crimen de Barrabás.

La palabra, “mucho vale y poco cuesta”. Quizá por considerar que la palabra no tiene precio en el mercado, nada vale. Así siendo, emitimos opiniones y comentarios muy temerarios sin conocer la realidad.

Ofendemos sin sentido. Sembramos desorden y tristeza en lugar de risas y alegría. Criticamos mucho y valoramos poco.

Antes de criticar, pensemos en el daño que pueden producir esas “inocentes” palabras que decimos. ¿Por qué no decir palabras amables? ¿Por qué no decir cosas como ¡gracias! …¡qué bien lo hiciste!… ¿puedo ayudarte?… ¡valoro tu trabajo y tu esfuerzo!

El libro de los Proverbios 13,3 nos recuerda: “Cuidar las palabras es cuidarse uno mismo; el que habla mucho, se arruina solo

“De la abundancia del corazón habla la boca” (Mt. 12,34) Pensamientos y corazón son la antesala de la palabra. Sólo podemos generar agua limpia si nuestro corazón, es decir, nuestra mitad superior que es nuestro yo profundo o vida interior, no tiene agua podrida.

Pidamos brújula divina para pensar la verdad, decir la verdad y vivir la verdad, así pronunciaremos palabras de vida y no, palabra cadáver.).

jueves, 16 de abril de 2020

¡¡TÚ ERES ESE HOMBRE!!

2 Samuel 12. 1- 25: El profeta Natán amonesta a David - YouTube
A mi juicio, este relato también es oportuno para nuestro tiempo “mega progre”.
La Biblia narra esta historia, donde se desarrolla un combo de pecados en un corto periodo de tiempo: mentira, hipocresía, adulterio y asesinato.

El rey David había cometido adulterio; para mantenerlo escondido había hecho morir en la guerra al marido de la mujer, para quedarse con ella. Parecía, incluso, un acto de generosidad por parte de David, ante el soldado muerto combatiendo a favor del rey.

Le visitó entonces el profeta Natán, enviado por Dios, y le contó una historia: Había en la ciudad - dijo – un hombre riquísimo que tenía rebaños de ovejas y había también un pobre que tenía sólo una oveja, que él quería mucho, de la  cual conseguía su sustento y que dormía con  él….

Llegó a casa del rico un huésped y él, para no perder ninguna de sus ovejas, tomó la del pobre y la mató para preparar la mesa a su invitado. Al oír esta historia se desató la ira de David contra aquel hombre y dijo: ¡El que ha hecho esto es reo de muerte!

Entonces Natán, dijo a David: ¡Tú eres ese hombre! (2ª Sam 12, 7).

Reflexión: Por eso, nosotros quienes nos erigimos en jueces, no tenemos disculpa. Al dar sentencia contra el otro nos estamos condenando, porque no somos, jueces, ¿Cuántas veces hemos juzgado y condenado?

Si seguimos duros, de corazón impenitente, almacenamos castigos en el día del juicio, cuando se revele el justo juicio de Dios (Rom 2, 4-5). Es necesario «desplomarse» y decir como David. «Pequé...perdóname Señor.»         

Hay una idolatría fuerte y saludable en el mundo. Si la idolatría es «poner a la criatura en el lugar del Creador», yo soy un idólatra cuando pongo a la criatura -mi criatura, las obras de mis manos - en lugar del Creador.

Mi criatura puede ser la casa. La iglesia al cual pertenezco. La familia que estoy formando, el hijo que he traído al mundo «¡cuántas madres, también las cristianas, sin darse cuenta, hacen de su hijo, especialmente si es único, su dios!»; puede ser el trabajo que hago, la escuela, universidad, empresa que dirijo, el libro que escribo…(cf. La vida en el Señorío de Jesus..R. Cantalamessa p. 55).

Además, está el principal ídolo que es mi mismo «yo». En el fondo de toda idolatría, está, la autolatría, que no es sino, el culto a sí mismo, el amor propio, el ponerse a sí mismo en el centro y en el primer lugar del universo, sacrificando todo lo demás al «yo»

El pecado que San Pablo denunciaba en su tiempo y que sirve también para hoy es este: «buscar una justicia propia, una gloria propia y buscarla incluso mediante la observancia de la ley de Dios»

Si estamos ahora, prisioneros desde la cárcel de nuestro «YO», en las cuevas del pecado; elevemos entonces nuestro grito de perdón y tomémonos fuertemente de la cruz de Cristo para morir y resucitar con El  y en El, como nuevo hombre.

Dios nos ama y por eso, nos mantenemos serenos y le decimos confiados: «Porque no dejarás mi alma en el infierno, ni dejarás que tu amigo se haga polvo. Me mostrarás la senda de la vida, el gozo grande que es mirar tu rostro, delicias para siempre a tu derecha» (Salmo 16, 10-11).

miércoles, 15 de abril de 2020

¿QUÉ ES? LA REVOLUCIÓN PERSONAL

                                                  Emmanuel Mounier - Posts | Facebook
Dice Xosé Manuel Domínguez Prieto. Tras sufrir las dos guerras mundiales, ante la fuerza aniquilante de fascismos y marxismos (…) ante el individualismo en el que se disolvía la persona, Mounier cree necesario, no un cambio, sino una Revolución.

Pero no al modo marxista, violenta y sólo política, sino radical. Es necesaria la revolución de las estructuras sociales, políticas, económicas. Pero imprescindible, y previa, una revolución personal.

¿No resulta hoy un poco exagerado eso de tener que hacer una Revolución? ¿No sería más razonable, si fuera menester, hacer algún ajustito en el sistema o en mi persona y nada más?

Lo malo es que, según nos dice el pensamiento posmoderno, la persona de hoy ya no cree en nada, carece de cosmovisiones últimas: ni religión, ni ideología, ni sistema moral. Le falta el asidero de unas creencias trascendentes que marquen un horizonte.

Y esto, a juzgar por diversos síntomas que todos podemos verificar (incluso, quizá en nosotros): a) Carencia de capacidad crítica, b) Relativismo, c) La persona creyendo ser libre y dueña de sí, se deja guiar por sus impulsos, caprichos, ideas o modas dominantes.

¿Pero, la persona no cree en nada? ¿Ya no se cree en Dios, ni en el hombre?. Pero se hacen firmes las creencias en muchos ídolos. Por eso, la mayor parte somos futbólatras, somatólatras o tecnólatras.

Tal y como describe Mounier en “Revolución personalista y comunitaria”; el capitalismo es un sistema y cosmovisión en la que se dan, entre otras, las siguientes características:

a) Primacía de la productividad sobre la persona (la persona se convierte en productora y ávida consumidora); b) Primacía del dinero; c) Preponderancia del beneficio (todo vale con tal de que la empresa, el país o la persona sean competitivas y rentables).

En conclusión: con este sistema, lo que es medio para la persona (la economía), se transforma en fin en sí, pasando la persona de ser un fin en sí, a ser medio.

¿Cuáles son los efectos en las personas de este sistema asumido acríticamente? a) Actitud neurotizante: hay que ser competivivos, tener excelente currículum, ser agresivo, formado en idiomas e informática. Lo afectivo y lo moral quedan olvidados. Resultado: inmadurez, persona especializada en lo intelectivo y profesional, infantil en lo moral. El «buen profesional» lo es a costa de su cuerpo, de su espíritu, de su familia:

a) La persona queda reducida al personaje laboral. b) Individualismo: los otros o son ayuda para mi realización o son obstáculos. Yo, ante todo, tengo que realizarme.

El infierno es el otro si no ayuda a este fin. Ya no hay ideales comunes c) Quietismo político: el ciudadano no debe comprender, actuar, pensar. Ya piensan y actúan por él los políticos, los expertos en «marketing» d) Consumo como modo de vida.

¿Qué es Revolución Personal? Es el proceso que nace en cada instante de una toma de mala conciencia revolucionaria, de una rebelión dirigida en primer lugar por cada uno contra sí mismo, sobre su participación o su propia complacencia en el desorden establecido.

Sobre la separación que tolera entre aquello a lo que sirve y aquello a lo que dice servir, y que se desarrollará, en un segundo momento, en una conversión continuada de toda la persona solidaria de sus palabras, sus gestos, sus principios, en la unidad de un mismo compromiso»
 Significa esto, que la Revolución, comienza por uno mismo.

martes, 14 de abril de 2020

PERSONALISMO COMUNITARIO ¿QUÉ ES?

Personalismo Comunitario - Mounier 
Decía aquel profesor, toda palabra que termina es “ismo”, es sospechosa, porque palabras que terminan en ismo, tienen una naturaleza contraria al progreso social, al mejoramiento humano. El Personalismo Comunitario es otra cosa:

Se llama Personalismo Comunitario. “A toda doctrina y a toda civilización que afirma el primado de la persona humana sobre las necesidades materiales y sobre los mecanismos colectivos que sustentan su desarrollo

Es acción política a desarrollar por movimientos políticos que ofrezca una alternativa al individualismo propio de los sistemas de democracia capitalista sin caer en tentaciones nacionalistas o populistas. (Fundado por Emmanuel Mounier (1905-1950)

"La gran prueba de nuestro tiempo, es evitar la dictadura de los tecnócratas, tanto de derecha como de izquierda, que olvidan al hombre por la organización. Personalismo es un movimiento y pensamiento que afirma el valor “absoluto” de la persona.

En una época marcada por la deshumanización quiere ser una voz de fe y esperanza en las posibilidades del hombre para ser y para realizarse como persona.

El personalismo se propone tres objetivos básicos:

* Afirmar el valor absoluto de la persona humana.
*  Poner a cada hombre en situación de poder vivir como persona.
* Hacer una revolución personalista, comunitaria y espiritual.

Este movimiento quiere transformar el orden injusto y liberar hombre para que éste sea realmente persona, más allá de las estructuras sociales. El hombre debe actuar colectivamente, en solidaridad con sus semejantes, porque actuar solo es ineficaz.

El hombre del humanismo personalista está llamado a construir pueblos y comunidades, donde cada uno sea respetuoso con la persona. Para construir comunidades “a la medida de la persona”, el hombre necesita comunicarse con los otros hombres.

Rasgos fundamentales del hombre como persona. Mounier dice persona es:

Un ser espiritual subsistente e independiente. Mantiene su subsistencia mediante su adhesión a una jerarquía de valores libremente adoptados, asimilados y vividos en un compromiso responsable y en constante conversión, desarrollando su vocación”.

Por tanto, la persona se estructura a partir de estas tres dimensiones fundamentales:
- Vocación: dimensión trascendente, es apertura más allá de lo dado, de lo adquirido.
- Encarnación: dimensión descendente, compromiso con las realidades mundanas.
- Comunión: dimensión horizontal, desprendimiento de sí mismo, donación a los otros.

Estas síntesis: La sociedad ha de ser comunidad de personas. Las instituciones han de estar al servicio del hombre (persona). La acción educativa tiene que ser de talante personalizador. 

Para el logro de tan elevados propósito, Mounier propone una revolución personal, del cual se hablará en el próximo artículo.