¡Aló Bro!, me encontré ayer con Libó,
nuestro ex compañero del 5º grado, ¿te acordás? Descargó un rosario de
problemas de trabajo, salud…que repercutieron en su familia…
¿Cómo ayudarlo?... Entonces, se me ocurrió
decir que, además de luchar con todos los medios a tu alcance, tenés que dirigir tu mirada a Ñandejara, nuestro Papá Guasu….
Me interrumpió diciendo que la vida era
injusta, que le suceden cosas increíbles, que no hizo nada malo para merecer
tanto castigo…entonces, solo di paso a su desahogo. Diez minutos
después, pareció relajarse y guardó silencio.
Entonces, aproveché la ocasión para
leer un escrito que tenía y que dice así:
“Las pruebas que causan dolor, son
caminos transitorios que atravesamos para convertirnos en personas aptas y
merecedoras de la tierra prometida. Recordemos que el pueblo de Dios salió de Egipto para ser
libre, sufriendo muchos dolores…
Dejaron viejas costumbres, renovaron mente
y corazón (cambio de juicios y actitudes).
Dios separó el mar rojo para que
cruzaran, les mando alimento del cielo, les dio una lumbrera en el camino y una
nube que los protegía, etc.
Los seres humanos fuimos creados para
ser felices, en gracia y cumplir la voluntad de Dios, sin embargo, cada día
estamos más lejos de ser felices y de vivir en paz.
Hay dos clases de
hombres: los que continúan y los que “tiran la toalla” y culpan a los otros,
viviendo en el pasado que ya no existe, corriendo el riesgo de dejar pasar también
el presente, si no planea el futuro.
Libó seguía mudo, lo que permitió seguir mi perorata…La misericordia de Dios no es una verdad decadente, fracasada ni envejecida. Por tanto, no permitamos que los medios masivos de información
idiotizante y ciertas ideologías, nos metan de contrabando sus diabólicos
mensajes.
Un solo ser
humano tiene más valor que todo el universo junto. Porque es persona: ¡Don,
único, irrepetible!, porque Dios no hace a los hombres en serie, sino en serio. Lo lamentable es que todos nacemos
originales - ¡Imagen de Dios! - y muchos, acabamos como copias.
José M. Arizmendiarrieta
dirá: “Sin Dios no hay vida social
posible. Sin Dios, “la
humanidad dejaría de existir si no la sustenta…si no la cuida la mano de Dios”
Donde se pierde
la fe en Dios, y en la medida en que se pierde, “va avanzando la barbarie, la ferocidad,
el odio y la esclavitud simbolizadas por la hoz y el martillo (comunismo) y nuevas
ideologías atentatorias contra la humanidad”.
Esto se verifica
en la negación pública de la realeza de Jesucristo (el terrícola moderno ya no lo
respeta), ergo, se abandona la caridad, se olvida la solidaridad humana que lleva
ya no a mirarnos como humanos, sino como enemigos irreconciliables. La vida hoy... ya nada vale…
Así que…¡Animo!..amigo Libó!. En nombre de nuestra amistad,
quiero dejarte esta reflexión: “Ciertamente
el hombre puede organizar la tierra sin Dios, pero sin Dios no puede a fin de
cuentas organizarla contra el hombre: el humanismo exclusivo es excluyente”
Y Pascal con muy buen tino dirá: “El
hombre supera infinitamente al hombre”. Cuando el hombre pretende
construir el mundo sin Dios, construye un mundo cruel e inhumano. ¡Hasta siempre amigo con la paz y fuerza
de Cristo!
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