FILICIDIO, ¿NO ES?. El aborto no es un problema de clase
social: que practique mujeres ricas o pobres, se haga clandestinamente o con
protección del Estado, con o sin medios o con súper tecnología, no deja
de ser homicidio contra la vida de un inocente indefenso
Sigue diciendo Nicolás
Márquez: "Aunque
lo prohíba el Código Penal, los abortos se hacen igual. Hay que legalizarlos
para evitar el riesgo de muerte de la madre al que es sometida por abortar en
lugares inseguros"
¿Hay mujeres que corren riesgo de muerte
tras abortar en ámbitos clandestinos? Sí.
Y es triste y lamentable. Pero el
detalle es que la mujer que muere al exponerse voluntariamente al delito
filicida no es víctima sino victimaria, y en calidad de tal acaba
accidentalmente muriendo: aquí la verdadera víctima es el niño.
Igualmente, si un ladrón quiere
robar un banco y en la intentona es abatido por la policía, su muerte fue
resultado no querido como consecuencia del riesgo, propio de su actividad
criminal.
¿Tenemos
que despenalizar el robo para que
el ladrón no corra riesgos de muerte entonces?
Pero los riesgos por delinquir en el aborto
parecieran no ser tantos: en Argentina hay un promedio anual de 43 muertes
maternas por abortos (entre inducidos y espontáneos) según cifras del
Ministerio de Salud al 2016.
Ese mismo año se produjeron 171.408
defunciones femeninas y las 43 que murieron como consecuencias del aborto
representan el 0,025% del total de los decesos, cifra ínfima que muestra: la despenalización del aborto no es una
urgencia real sino una agenda artificial:
Anualmente son 3000 las mujeres que
mueren en accidentes de tránsito y jamás hubo una marcha para reclamar mejoras
en políticas de vialidad.
También en 2016 murieron por
deficiencias nutricionales 525 mujeres, pero nadie marchó contra el hambre ese
año. Las contundentes cifras parecieran indicar que los abortistas están más
interesados en deshacerse del hijo que en salvaguardar la integridad de la
mujer (…)
Otros dichos abortistas más habituales
nos dicen que "en la panza el bebé es totalmente dependiente de la
madre", y que en aras de esta dependencia "la cosa" sigue siendo
parte del cuerpo de la progenitora, y es potestad de ella decidir proseguir o
no con el embarazo.
Nadie le niega a la mujer el derecho a
disponer de su cuerpo, pero una cosa es disponer de "su cuerpo" y
otra distinta es disponer del cuerpo de un tercero, y que encima ese tercero
sea su propio hijo y cuya "disposición" consistiría en asesinarlo.
Y tan independiente es el cuerpo del
niño respecto del de la madre, que ni siquiera forma parte del cuerpo de la
progenitora la placenta, ni el cordón umbilical ni tampoco el líquido
amniótico, sino que estos órganos los ha generado el hijo desde su etapa de
cigoto (…)
Y como a la postre los argumentos
anticientíficos de los abortistas terminan cayéndose uno a uno, se suele acudir
al extrañísimo caso del "embarazo generado por una violación" y
entonces, por excepción, sostienen que aquí sí habría que autorizar el aborto.
Pero esta excusa no suele ser tan
excepcional: el grueso de las mujeres que quieren abortar dicen "haber
sido violadas" sin tener que aportar mayores pruebas de la supuesta
violación ni de la identidad del violador.
En efecto, la inmensa mayoría de estos
casos suelen ser invenciones con pretensiones filicidas dado que la legislación
local habilita a la mujer a decir que fue violada y sin mayores trámites ni
precisiones, consigue agilizar la autorización judicial para abortar con
relativa facilidad.
En Estados Unidos un estudio fundado en 1290
víctimas de violación concluyó que en sólo el 0,6% de los casos se configuró
posterior estado de preñez.
Y en 3.500 violaciones atendidas y
tratadas durante 10 años en el Hospital San Pablo de Minneapolis, no se
registró ni un solo caso de embarazo. Y suponiendo una violación real de la
cual surja una preñez efectiva: ¿por qué no castigar al violador antes que en
matar al bebé?
¡El
hijo por nacer es un ser humano desde la concepción, según la ciencia!
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