lunes, 2 de mayo de 2011

CARRERA MILITAR

¿Vertiginosa decadencia?

Servir a la patria, alistándose en la milicia solía considerarse una decisión honrosa. Hoy día, son muchísimas las familias que prefieren que sus hijos no presten el servicio militar obligatorio, ni elijan el uniforme verde como opción profesional. Hay quienes están a favor y en contra. Señalamos dos ejemplos de cada sector:

Argumentos a favor: (1) Obligación de defender a la patria a riesgo de perder la vida, incluso. “Pretender que se pueda ingresar al Ejército exclusivamente para funciones civiles, sin riesgo de vida alguno, es absurdo. Sería como optar por la medicina, exigiendo que se respete su temor fóbico a ver sangre”, expresa la analista política Midla Rivarola. (2) “Es lógico defendernos de quienes nos atacan, y eso incluye empuñar las armas si es necesario, y entrar en la lógica del soldado, la de matar o morir”, señala el politólogo José Luís Simón.

Argumentos en contra: (1) En el mundo entero suman millones los excombatientes, lisiados o no, muertos y desaparecidos. Defenderse de ataques jamás deja de ocasionar víctimas fatales y daños colaterales. (2) La televisión nos muestra una y otra, vez la marcha de miles de madres lamentando la muerte de sus hijos o maridos en las diferentes guerras y conflictos armados en todo el mundo.
Hoy, muchas madres compatriotas no encuentran explicación satisfactoria por la extraña  muerte de sus hijos en  los cuerteles.                                                                                                                     
En nuestro país pocos son los jóvenes convencidos a cumplir con el servicio militar obligatorio (SMO) para luego seguir la carrera militar. Muchos optan solamente porque ven la posibilidad de subsistir (comer y vivir un poco más) en cuanto estén en el cuartel. Aunque algunos jóvenes universitarios, consultados opinaron lo contrario.

“Como oficio, el militar es básicamente ejercicio de la violencia, respeto al orden y a la jerarquía, muerte de los otros y sacrificio de la vida propia si fuera necesario”, agrega la analista. Al punto me surge esta pregunta: ¿Cuántos de nuestros jóvenes, el 70% de la población paraguaya,  empuñarían las armas para defender a la patria, con riesgo de sus vidas ante un eventual conflicto armado con algún país vecino, si ni siquiera, muchísimos tienen cabal noción del concepto “patria?

¿Por qué hemos de creer a alguien que fractura diariamente su pobre país, burlándose de sus propias costumbres, despreciando sus símbolos patrios como la bandera y el himno nacional y destruyendo con terquedad su propio suelo, ha de poner en riesgo su vida en una eventual guerra? ..... Ha amó hapó pe, ¿para qué sirven miles de soldados si la tecnología puede hacer desaparecer un país entero, sólo con oprimir un botón desde la distancia?

¿Para qué sirven las FFAA, si nuestra soberanía, en sus diferentes formas es sempiternamente avasallada por ciertos vecinos del Mercosur?  Y finalmente, ¿Qué beneficio aporta la milicia a nuestro país en contraposición al faraónico gasto que produce?

                 Estimado lector, éstas son mis opiniones solamente; usted tiene la última palabra.

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