EL MAL GOLPEANDO
Es harto frecuente encontrar gente
–aunque no la mayoría - denunciando a sus patrones. ¿Por qué? Las razones
pueden ser variadas. Es “normal”, sin embargo, esperar que un comerciante
inescrupuloso y explotador, someta a sus trabajadores a las más indignantes
tropelías. No así, si el patrón se considera justo, buen cristiano y además,
dirigente.