¿AZOTE DEL PUEBLO?
Se escucha y
se lee en la prensa esta semana: Aprueban jubilación para
gobernadores y miembros de juntas (…) Un privilegio parecido al de los parlamentarios que
tendrá dicho sector.
El proyecto fue impulsado principalmente
por el diputado Mario Cáceres (ANR), quien se postulará como candidato a gobernador
por Itapúa por HC. La norma también fue acompañada por el diputado Milciades
Duré, exgobernador de Cordillera y Fernando Nicora. Ambos liberales imputados
por la justicia.
Esto implica que con apenas 5 años de aporte y 55 años
de edad, concejales y gobernadores ya pueden tener una jubilación reducida, que
es 30% del monto mensual de la última dieta más gastos de representación.
Sergio Rojas (legislador) consideró inoportuno
el proyecto, ya que generaría diferencias notorias con los beneficios
jubilatorios del sector privado. “Los gobernadores no pueden ser reelectos y
creo que a nadie va a caer bien que alguien en cinco años ya pueda jubilarse.
Hay que analizar bien… vamos a crear una diferencia bastante visible con el
sector privado”.
La diputada Rocío Casco, se sumó al
pedido de rechazo debido a que sería injusto aprobar un proyecto de Ley mal estructurado.
Cuestionó la incoherencia de sus colegas favorables al proyecto, porque en la
sesión del 26 de abril pasado aceptaron el veto del Ejecutivo que objetó las
jubilaciones para bioquímicos y odontólogos.
Así las cosas, ejercitar el poder con violenta es
humillación del ser humano por parte del Estado, y el Estado (Cámara de Diputados
en este caso) que no es en cuanto tal ética, es la expresión de humillación al
plebeyo que debe aportar durante 25 o más años para obtener su jubilación.
Se demuestra, una vez más, que el hombre es quien
degenera el poder en matonil poderío, y por consiguiente, al abusar del
hitleriano poder, el nuevo burgués carente de sensibilidad social: es culpable. ¿Cuándo los representantes
dejarán de acechar con sus colmillos venenosos el calcañar del pueblo, a quien
dicen representar?
Señores... ¿señores? parlamentarios, es verdad que
todo trabajador tiene derecho a la jubilación, pero sin faraónicos privilegios para
unos pocos en detrimento de la mayoría. Porque como dice el refrán: A ley
pareja, nadie se queja.
Dijo Nicholas
Murray político, pedagogo y filósofo estadounidense
ganador del premio Nobel de la Paz en 1931, en su discurso “Verdadera Democracia y la Falsa”: “El
Parlamento no es un congreso de embajadores que representan intereses distintos
y hostiles, los cuales cada cual debe apoyar como agente y defensor contra
otros agentes y defensores.
El parlamento es una asamblea deliberante de una sola
nación, con un solo interés, que es el de la totalidad; en donde no deben
servir de guía los fines ni las preocupaciones locales, grupales, sino el bien
general, que resulta del discernimiento general del cuerpo deliberante en su
conjunto”.
Nosotros votamos
un miembro, es verdad, pero una vez electo, ese miembro ya no es miembro de su
grupo solamente, sino miembro del parlamento al servicio del país, es decir,
cada representante ya no debe ser el instrumento servil y adulador de las
juntas, ni de partidos, ni de grupos de intereses y mucho menos de la mafia.
Orientemos, entonces, la mirada hacia candidatos que luchan por actuar
con prudencia, justicia, templanza y fortaleza, con patriotismo, a pesar de sus
debilidades humanas. Y rechacemos a políticos camanduleros y manipuladores de
esperanzados compatriotas, es decir, vulgares patrioteros quienes nos prometen democracia mientras cada vez más nos
hunden en la desgracia.
OBS: Lo aquí expresado no libera a la Cámara
de Senadores de sus responsabilidades…
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