SEÑORA…
¿Alguna
vez te decepcionaste tanto queriendo que la Tierra se abra y te trague por el
error que cometiste? Eso fue lo que sentí esta mañana cuando mal estacioné mi
motocicleta frente a un local comercial, impidiendo a una señora aparcar. La afectada
montó en cólera, con toda razón. Y pública y humildemente pedí disculpas.