sábado, 18 de junio de 2016

¡¡¡DÍA DEL PADRE!!!

PARA PENSAR UN POQUITO...

El Registro bíblico (2ª de Samuel 13,19) nos relata un hecho acaecido alrededor de 3.000 años. Curiosamente, la historia parece repetirse hoy con mayor intensidad.

El rey David le puso a su hijo el nombre de Absalón. Ab-shalóm. En hebreo Ab, significa padre y shalóm, paz. Pero lo simbólico no siempre es verdadero y por lo tanto puede ser engañoso, como ocurre en el caso que nos ocupa, es decir, “no todo lo que brilla es oro”, según el dicho.

David llama a su hijo padre de la paz, sin embargo, la incoherencia como padre lleva a su hijo a convertirse en "padre de la guerra". Las buenas intenciones no alcanzan para que David sea un buen papá. ¿Qué pasó?

Amnón, otro hijo de David, violó  a su media hermana Tamar y no recibió castigo por tal condenable acto. Por ello, Absalón se enojó con su papá. Hubo resentimiento no sanado. Como ocurre hoy, existía una tensión familiar que estaba escondida, como "dormida" sobre un volcán que se prepara para entrar en erupción cuando menos se espera.

Entonces, Absalón lleva a su hermana a vivir con él para protegerla de la brutalidad de su medio hermano. El rey parece mirar para otro lado (oñembotavy) para no darse cuenta de nada. No imagina el descontento de su hijo por el maltrato que recibió Tamar, que también era hija de David. Este, al parecer, se preocupaba más por ser rey que por ser papá.

Absalón se preparaba para la guerra. Con toda frialdad planea una fiesta familiar, a la cual invita a todos sus hermanos. Cuando Amnón menos lo esperaba, Absalón se venga y lo hace asesinar en presencia de Tamar, su hermana ultrajada. Problemas de familia ocurrido hace 3.000 años, también suceden hoy, aquí y ahora.

David lloraba por su hijo todos los días. No lloraba tanto por Amnón, su hijo asesinado, como por Absalón que se había escapado. David sufrió por un hijo....que no sabía que su papá lo amaba. (Hoy también hay hijos que no se sienten amados por sus padres).

La bíblica dice: "Y el rey deseaba ver a Absalón; pues ya se había consolado acerca de Amnón que había muerto". Este papá deseaba ir a ver a su hijo, pero no fue. Amaba, pero no demostraba. Hoy como ayer, encontramos estas fallas en muchos padres...¿Qué un hijo desea de su papá?

Todo hace suponer que David fue un desconocido para sus hijos, por lo menos para Tamar y Absalón. Tamar  y Absalón deseaban tener un papá. Pero "papá" no consoló a Tamar, no castigó a Amnón, no dio satisfacción alguna a Absalón. Nada. ¿Qué le ocurrió a David?

Tamar y Absalón querían tener un "papá", pero sólo tenían un rey. Y hoy, ¡cuántos hijos tienen Status, Billetera, Prestigio Social, Casa Principesca, Caravana de Coches, Aplausos, Prensa, etc. a través de papá.....pero no tienen Papá! Muchas "cosas" tienen, así como poca ternura; muchas "cosas" para la casa, poco tiempo para los hijos en la casa.

El rey amaba a sus hijos, pero le faltaba la capacidad para comunicar su afectividad. (Hoy, ¿cuántos hijos no se consideran " comprados") . Continuemos....El rey ordenó a su subalterno que fuera a buscar a su hijo Absalón, pero no lo recibió por dos años. Aquí se nota una gran contradicción en el actuar de este personaje bíblico a quien solemos idealizar y admirar.

Es necesario reconocer su fracaso como papá, porque él no es el modelo de papá que un hijo desea y necesita. Primero lloró por su ausencia; luego cuando lo tuvo cerca, no lo recibió.
¿Dónde está su amor?... debió haberse preguntado Absalón.. y nosotros también. Absalón perdió la paciencia con su papá. No podía resistir tanta indiferencia. Por consiguiente, su amor se transformó en odio. Freud dijo: "Lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia".

El hijo renegado logra invadir Jerusalén. Esta vez es David quien escapa, por miedo de su hijo. ¡Qué nivel de incomprensión entre papá e hijo! Los que se aman en secreto se persiguen públicamente. Dos que una vez se persiguieron no saben que el otro lo ama. ¡Qué incomunicación! Tanta como la que hoy existe entre papá e hijo, aún cuando los medios para comunicarse se encuentran hasta el hartazgo.

Finalmente las tropas del papá vencieron a las del hijo. El general en jefe del ejército vencedor no podía entender que pudiera existir amor entre papá y el hijo rebelde. Absalón al verse derrotado, intentó escapar. Pero quedó enganchado en las ramas de un árbol y el propio jefe se encargó de matarlo cuando estaba indefenso.

Enseñanza: Si el papá se hubiera presentado ante su hijo y le hubiera expresado su amor, ¡cuánta sangre derramada se hubiera evitado! El papá no hubiera enterrado a su hijo. Además Absalón era el heredero del trono; sólo tenía que esperar un poquito para ser rey. Es la falta de autoridad paterna, falta de hogar y la falta de de amor expresado en palabras y en actos lo lleva al "padre de la paz" a convertirse en "padre de la guerra" para morir en ella.

Imitemos a David al reconocer sus errores y recibir el mayor halago de Dios: “He hallado a David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón, que hará toda mi voluntad” (Hc. 13,22)… y no caer en la permisividad  y cobardía de actuar tan solo como “hacedor” de hijos.¡FELICIDADES PAPÁ!. 

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