¿RELIGIOSO O CONSUMISTA?
¿Qué queda del espíritu navideño de algunas décadas?. No pocas almas añoran
la celebración como una real fiesta de “amor y paz”.
Los centros de consumo hacen “de todo” con el fin de despertar nuestro consumismo a flor de piel. El canto de sirena es: “Gastá tu plata, date el gusto, para eso trabajás duro todo el año”. Así caen miles de ingenuos, sin darse cuenta que, engordan más todavía las billeteras de quienes, sí son agraciados por el espíritu hedonista-mercantilista.