Alguien, ya en julio de 2000, me hizo llegar valiosas sugerencias que podrían ayudarme a desarrollar un esclarecido convivir, las difíciles relaciones interpersonales. Las comparto con viva complacencia:
Tú vida es un juego en el que haces de malabarista (como vemos en los semáforos de cualquier calle) con cinco bolas que arrojas al aire: Estas son: el “trabajo”, la “familia”, la “salud”, los “amigos” y el “espíritu”.