jueves, 19 de marzo de 2020

¿IGNORANTE O PEDANTE

INTELECTUALOIDE?
Resultado de imagen de servir y no ser servido...
Ignorante: Que ignora o desconoce algo. Carece de cultura o conocimientos (RAE).
Pedante: Se dice de la persona engreída, que hace inoportuno y vano alarde de erudición téngala o no en realidad…persona que siente una necesidad irrefrenable de exhibir su sapiencia sin que la ocasión lo amerite. (RAE).

Intelectualoide. Adjetivo despectivo. Se aplica a la persona que pretende parecer intelectual, sin serlo (Larousse)

El escritor Samuel Ramos en su libro El perfil del Hombre y la cultura en México, en el capítulo “La pedantería” dice que la pedantería tiene un  fin, y que no sería raro que esta finalidad fuera ignorada por el sujeto que practica este vicio.

La pedantería es un vicio que, como todos los vicios, actúa como máscara. Algo oculta. La pedantería se refiere principalmente al estilo de hablar y de escribir y tiene como intención hacer gala del talento y de la erudición del sujeto que se expresa.

“El pedante aprovecha toda ocasión para exhibir sus cualidades, pero siempre lo hace con inoportunidad. [...] El pedante choca siempre a los demás. Parece decir: aquí yo soy el único que vale, ustedes son unos imbéciles”. Explica Ramos.

¿Qué es lo que pretende disimular la pedantería?. Según Samuel Ramos, consiste en que el pedante desea ocultar su déficit intelectual y su sentimiento de menor valía. Dos ejemplos ficticios que pretenden explicar lo antementado:

1. Llega el letrado al humilde domicilio de gente guaraní-hablante, donde un niño se encuentra agusanado. La “gente” culpa a la mamá de violar el deber de cuidado.

La pobre señora asustada trata de evitar una posible imputación…El abogado responde: “Prima facie nde la culpable; porque nde re guerahai ne memby hospitalpe” ¿Cómo entenderá la mamá una locución latina? ¿Por qué el letradito no le habló en guaraní?

¿Es tal doctor colaborador de la justicia ignorante y pedante intelectualoide? El problema viene cuando la persona no se percata de sus limitaciones y actúa como si no las tuviera; de allí nace la pedantería, asegura Ramos

2. El paciente, luego de esperar horas, recibe del médico seca indicación: “Va tomar cada 8 hs dos comprimidos y hágase estos estudios…luego le espero”. Cansado, dolorido, preocupado y sogué, tímidamente balbucea: ¿Qué pio es lo que tengo doctor?

El doctor responde con trabajada cortesía: “Nde reguerekó Síndrome de Ménieré, sus síntomas son: vértigo con náuseas, vómitos, tinnitus y pérdida auditiva…¿entendés pa? Otros he í: ¡Cuidáteusá hipoclorito de sodio! ¿Porqué pio no dice lavandina nomas?

El pobre dice Gueno mbaé, aháma…y se retira sin entender un pito de lo que escuchó, porque es como si le hayan hablado en arameo.

¿Por qué no toman un minuto para explicar al prójimo como manda el juramento hipocrático?

Es un ataque al sentido común negar que, hay excelentes profesionales, dedicados y con amplio sentido de humanidad en todas las disciplinas. No todos son “tiburones con dientes largos y afilados” Ellos están libres de este agriado comentario.

Aprendamos todos del Aquel que no se puede contener en el universo por su por y Gloria, Rey de reyes y Señor de señores: el Señor Jesús que dijo…Servir es mejor que ser servido. ¡Bendecida Cuaresma para todos!

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