lunes, 25 de noviembre de 2019

EL DESAPEGO A LA LEY…

 GENERA ACTITUD MATONIL
 Resultado de imagen de pasotismo

- Goyín preguntó: ¿Somos honestos, respetuosos, justos y patriotas los políticos, jueces, abogados, obreros, médicos, docentes, comerciantes, padres, y ciudadanía en general…en los respectivos cargos y lugares donde desarrollamos nuestras actividades?

- Joselito reflexionó un instante, luego disparó muy seguro: Creo que, el 50 % es delincuente; el 45% es delincuente por omisión y, el 55%, trata de ser buena gente.

- ¿Cómo es eso de los  50, 45, y 5 %? Me parece lapidario tu porcentaje…

- Goyín respondió contrariado: ¡Chamigo mba-éicha pio la ne re entendei! Sabemos bien como se miente, roba y mata sin asco ni pudor: el patrón le roba al empleado al no pagar lo justo; el comerciante a los clientes con precios elevados y mala calidad; el empleado que gana por 8 horas y trabaja solo la mitad…

Los “profesionales” de este o aquel rubro que nunca entregan sus trabajos o compromisos en tiempo y forma. Y la gente “común” o populacho”, tampoco queda atrás. Como se siente impune…hace lo que les viene en gana…arroja la cloaca a la calle, usurpa veredas y otros espacios públicos, la polución sonora es como una segunda piel y cualquier otro delito que se ocurra se comete y no nada pasa…total estamos loo en Paraguay

Por otro lado, acaso médicos y no médicos no cobran por “bajar el motor” (aborto) para solucionar el problema? Se tomo un respiro y continuó casi sofocado: y de los capos de la función pública… ni te cuento…no es secreto para nadie todo tipo de kilombo loo

- Joselito interrumpió con esta pregunta… ¿cómo hacen los capos?

- Te cuento lo dicho por Carlos Díaz, abogado, filósofo y profesor en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), fundador del Personalismo Comunitario en Paraguay, dijo muy entusiasmado…pero: ¡Atendé para entender!

- Se hace el mal (mentira, robo, asesinato) cuando hay abuso del poder político, económico y policial, desviación del dinero, confusión entre lo público y lo privado, administrado aquello en función de intereses particulares; uso y abuso de la mentira; injusticias que claman al cielo porque el derecho penal cae sobre los pobres, mientras el constitucional engorda a los ricos, que alardean de su impunidad;

Suplantación de lo legítimo por lo legal; bosque de leyes que no resuelven problemas esenciales, sí lo enmascara; violencia, desprecio de la vida, corrupción, desempleo, evasión fiscal, tráfico de rollos, drogas e influencias, etc.

El bandidaje también se da cuando funcionarios venden su país, diputados venden su conciencia, electores venden sus votos, jueces venden las absoluciones y las condenas, hombres influyentes venden los empleos, las categorías y los privilegios de que disponen, abogados, procuradores y oficiales judiciales venden a sus clientes, hay maridos que venden a sus mujeres, y hay madres que venden a sus hijas.

En esta moderna Babilonia, la mitad del mundo vende a la otra mitad. La otra mitad compra…etcétera y más etcéteras…

 Bueno ya…le palmeó Joselito. Estoy de acuerdo contigo en eso del 50% de delincuentes. Y ¿esos de 45%...?

- Ellos forman el grupo de los guenitos. Este grupo no hace el mal. Pero no mueve un dedo para evitar el mal. Oñembotavy, ijapysá pé…ha hesa kua pé. (Se hace el desentendido, nada escucha, nada ve) Son los guenitos minte, cobardes ponciopilatianos, cuya desaparición – si no se redimen – será la mejor noticia que pueden dar a la nación.

- Entiendo, aseguró Joselito y también estoy de acuerdo contigo en el porcentaje. Entonces, el 5% forman los que, a pesar de sus debilidades humanas luchan por remar contra corriente, viviendo con honestidad, decencia, justicia y respeto al semejante…

-  Goyín con amplia sonrisa de quien gana un campeonato dijo ¡bravo Joselito!. Tu nota es 5 felicitado, bromeo y acto seguido soltó una carcajada.

La verdad es que me pone contento haber comentado mbyqy mínte jepe: “el desapego a la ley…genera actitud matonil” ¡Me gusta loo hablar de estos temas olúo! ¿Cuándo pio seguimos?

- Joselito frunció el ceño, luego de unos instantes dijo resignado rascándose la barba…está bien…mañana….pero…¡Atendé que na para entender! (Tomado del libro, ¡Atendé para entender! de GCV)

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