jueves, 7 de mayo de 2015

¿ES USTED UN JUBILADO FELIZ?

¡ES  POSIBLE  SI  QUEREMOS!

Dice Jules Archer, entre otras cosas:: Generalmente, cuando pensamos que tenemos toda la vida por delante, no nos preocupamos por una real o inevitable jubilación. Cuando esta realidad se aproxima, alrededor de los 60 años, caemos en la cuenta del tiempo transcurrido y fácilmente podemos cometer algunos errores. Según algunos expertos ciertos errores a evitar son:

No tomar conciencia que nuestro cuerpo no es lo mismo que hace 30 años. Por tanto, hay que “andar más despacio”. La velocidad ya no es prioridad. En esta fase  de la vida, la maquina humana ya no es un auto de Formula 1.

No servir a los demás. La alegría de servir al prójimo,  nos hace sentir satisfechos, conservando joven el espíritu. Así no tendremos tiempo de atormentarnos con Vyroreí  o con dolencias, imaginarias o no, propias de la edad y que afectan a las personas egocéntricas.

No vivir para el futuro. Hay – en general - una tendencia de vivir “el pasado”, descansando sobre los “laureles” logrados y no pisar tierra. Alguien dijo que, aquellos que planean una actividad para el mañana, no tienen tiempo para estar inactivos.

No pensar en la jubilación. Pocas son las personas que hacen planes anticipado respecto de lo que harán en el futuro. El resultado es que la tercera edad nos encuentra sin rumbo, desorientados, tan inútiles y no pocas veces, desgraciados.

No querer aprender algo nuevo. Es normal que al adulto presente “resistencia” al cambio. Cuando el espíritu humano no acepta nuevos desafíos, se pierde el vigor juvenil y aumenta la “oxidación” por inactividad. Así las cosas, aprender nuevas habilidades impedirá que nos volvamos “arrinconados e inútiles ancianitos”.

No enfrentar la realidad, no aceptar la realidad es el camino seguro para envejecer. A pesar de la edad, no se ha de perder la capacidad de mantenerse espiritual y emocionalmente joven. Ello significa no huir de la realidad.


Por consiguiente, es el momento de prepararse para la jubilación, porque esa edad, llegará tarde o temprano…..¡más temprano que tarde!. Y si ya es jubilado, con más razón, no caiga en los errores señalados, pues, nunca es demasiado tarde para quien desea ser feliz, con la ayuda de Dios…..aun  y con sobrada razón si usted ya es jubilado. 

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