miércoles, 15 de abril de 2015

¿ES MALO POSEER DINERO?

¡QUÉ  HARÍAMOS  SIN ÉL!

Hoy día el dinero es algo esencial para subsistir, pues a través del dinero obtenemos las comodidades y servicios para facilitar nuestra estadía en este mundo, en sentido material. La Biblia no dice que está mal querer tener dinero, sino que lo malo es amarlo y convertirlo en el centro de nuestras vidas.

El dinero es un medio, no un fin en sí mismo, porque si nos dedicamos a acumularlo de nada sirve. Es importante hacerlo circular para que fluya y no se enquiste, porque es como la sangre que si se detiene se coagula, dice aquel profesor.

La pegunta que me surge es: ¿Para qué quiero dinero? ¿Quiero tener más dinero para ayudar a otros o para poseer más cosas?.. ¿Para mostrarme superior a los demás… para despertar envidia….para qué?

El riesgo que corremos es tenerlo en abundancia – aun siendo de origen legítimo – porque fácilmente podríamos olvidarnos de Dios y así vivir la vida sin limitaciones.
Además, se plantea otra cuestión, ¿debo tener todo lo que quiero – aunque no lo necesite - solo porque me da la gana?

No es correcto satanizar el dinero. Es necesario y útil. Si él nada se puede hacer. No obstante, el equilibrio y la prudencia, ha de marcar el rumbo del adinerado. Hoy, ante tanta inseguridad, tener mucho dinero debe ser una constante preocupación. Supongo.

Por otro lado, está la advertencia bíblica para tener muy en cuenta: Jesús dijo algo muy importante en su Sermón del Monte: “No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. (Mateo 6:19-21)

Quizás usted se acuerde de Aristóteles Onasis, famoso armador griego, quien fue uno de los hombres más ricos del mundo. Un periodista escribió lo siguiente acerca de él: «Onasis murió en París a los 69 años. Sin duda muchos lo envidiaron por sus riquezas y su poder, pero, ¿de qué le sirve eso ahora?

Él mismo tuvo que confesar que su existencia y todos sus esfuerzos terminaban en un fracaso. Al principio de la enfermedad que lo condujo a la muerte, declaró lo siguiente a un amigo: «Sólo fui una máquina que fabrica dinero”. A propósito, se le atribuye a su hija Cristina, haber acuñado la siguiente frase: “Soy tan pobre que solo tengo dinero

El dinero, en general, posee muy mala fama pues es visto por gran cantidad de personas que mal utilizan. Además suelen tener también la “mala fama” de que aquél que posee dinero lo ha logrado de alguna manera poco honrada. 

El dinero no es  responsable de la bestiaria vida de la gente. Conclusión: El dinero no es ni bueno ni malo, es simplemente una herramienta del que nos servimos para hacer intercambios. Los buenos o malos somos nosotros, quienes hacemos uso de él, pues podemos utilizar el dinero para fabricar armas o para fabricar medicinas. El cuchillo ¿es bueno o malo?

Con él se puede cortar el asado que comemos, pero con él también se puede matar a alguien. El cuchillo, al igual que el dinero, no es ni bueno ni malo. Los buenos o malos somos nosotros, quienes lo utilizamos para un bien, o para el mal.

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