¿AUNQUE TENGA MUCHOS PROBLEMAS?
Hace solo algunos días, en amena conversación
con el queridísimo Hermano Roger Texier, él mismo opinaba en términos
generales, que las personas están viviendo mejor que antes. Palabras más,
palabras menos, sobre el concepto de la pobreza, hoy. Y así lo creo. Señalaba
avances científicos y tecnológicos que 50 años antes, nadie soñaba con ellos y
hoy, son el soporte de una vida menos angustiante, incluso para quienes poseen
baja renta.
La prensa se encarga de difundir y
magnificar las malas noticias que hartan y
desaniman a sus televidentes, porque dan la sensación desagradable de
que seremos las próximas víctimas de asalto, violencia y muerte. Todos los días
se publican acciones criminales de los “motochorros”, corrupción de políticos, suicidios,
entre otras negras “perlas” de nuestra fauna guaraní.
Otros problemas que se escucha a diario:
a) Estoy harto de mi carrera, ya no
quiero estudiar..b) en los
hospitales públicos la atención es pésima, faltan medicamentos, hay gente
muriéndose, calor horrible, largas filas para que te atiendan...c) el tráfico
es insoportable, la chatura cívica de la gente es bestiaria…d) no tengo trabajo…y
como si fuera poco, todavía “somos” puercos, ignorantes y prepotentes.
La lista de “plagueos” puede seguir
hasta el día del juicio final…y aun así, no faltará quien, pidiendo ayuda diga
algo así como: “no me digas a acuda a Dios!” Y la pregunta es: ¿qué hacer ante
este contrasentido?
Pero..¿Quién no pasa por una situación complicada todos los días?… ¿Cuántos creen que su vida empeora?...¿Cuántas
personas, papá, mamá, hijo, desempleados, profesionales… no ven una solución ante
lo que están viviendo?,… ¿Y cuántos constantemente no cuestionan a Dios: por qué permite lo que nos
pasa?.
Modesta sugerencia: Por qué no recordar lo
que le paso a Job. ¡Él sufrió una situación mucho peor que cualquiera
de todos nosotros!,… perdió todos sus hijos, todas sus posesiones e incluso su salud… Todo en un solo día… horrible vivir
eso, y encima su esposa llena de dolor e indignación – y agriado mal humor -le
dijo: "maldice a Dios y se muérete. (cfr. Job 2,9)
Y los tres amigos que llegaron
supuestamente a acompañarlo en su dolor, lo único que hicieron fue juzgarlo y condenarlo… Pobre angá
Job…
Yo mismo había sufrido recientemente “indecible
angustia” ¿valía la pena? ¿era justificada mi angustia?.. Definitivamente No. Como
seres humanos, nos cuesta entender que a Dios no tenemos que pedir explicaciones, simplemente confiar,
porque debemos confiar en que su voluntad es buena, agradable y perfecta;
además, a los que decimos amar a Dios, todas las cosas nos ayudan a bien.
Así que, a partir de esa
y otras “situaciones difíciles” vividas, decidí intentar no “cocinar” mis energías mentales y espirituales preguntándole a Dios: "¿Por
qué Señor me pasa esto?. Porque como dijo una y otra vez el apreciado hermano Roger
Texier: ¡todo tiene solución! ¡Felices Pascuas!
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