viernes, 17 de abril de 2015

CIBERSEXO...


¿PROGRESO  O  DEGENERACIÓN?

¿Derribar tabúes del sexo es sinónimo de progreso?. Dice en un artículo publicado por Germán Sánchez Griese: Hace unos meses mi esposo comenzó a pasar mucho tiempo frente a la computadora, a altas horas de la noche y en la madrugada, diciéndome que tenía que "buscar información". Hace unos días entré inesperadamente al cuarto y lo sorprendí mirando escenas eróticas... Me dijo que era pura curiosidad.

Cuando me fijé mejor en lo que estaba viendo, me dieron náuseas, pues se trataba de una mujer "virtual" a la que él podía acariciar "virtualmente" y concederle todos los deseos eróticos más desenfrenados. Él se sintió avergonzado y me prometió que no lo haría más. Yo le creí, pues siempre ha sido un hombre respetable, pero me sentí muy herida, como si realmente me hubiera engañado con otra mujer. Mi pregunta es ¿Se puede considerar el cibersexo como una nueva forma de adulterio?.

Respuesta: El adulterio es ya una falta grave desde el momento mismo en que se desee deliberadamente. Ya hay adulterio cuando hay infidelidad de corazón: cuando se pone a alguien por encima del propio consorte. Tal es el sentido de las palabras de Nuestro Señor: «Quien mira a una mujer con deseos deshonestos, ya ha cometido adulterio en su corazón». (cfr. Mateo 5,28).

Ya lo decía Paulo VI en su encíclica Humanae vitae: “Todo lo que en los medios modernos de comunicación social conduce a la excitación de los sentidos, al desenfreno de las costumbres, como cualquier forma de pornografía y de espectáculos licenciosos, debe suscitar la franca y unánime reacción de todas las personas, solícitas del progreso de la civilización y de la defensa de los supremos bienes del espíritu humano.

Los usuarios más comunes son personas que tienen algún tipo de aberración o problema vinculado a la sexualidad. Hay muchos pederastas e, incluso, la pornografía explota esa patología. Por ejemplo, hay clasificaciones para quienes tienen predilección por el sexo con animales (zoofilia), para los que tienen afición por el sexo con muertos  (necrofilia) y todo un renglón de aberraciones que también se ven en la web, comentó el experto en electrónica y telecomunicaciones Hiddekel Morrison.

¿Desgraciadamente debemos recordar que en cuestión de internet muy poco está escrito. Los católicos debemos alzar la voz, tomar cartas en el asunto y hacer algo al respecto a escala mundial. Te dejo como reflexión - dice Germán Sánchez Griese - unas palabras de Paulo VI en su exhortación post-sinodal Evangelii Nuntiandi.

“¿Por qué únicamente la mentira y el error, la degradación y la pornografía han de tener derecho a ser propuestas y, por desgracia, incluso impuestas con frecuencia por una propaganda destructiva difundida mediante los medios de comunicación social, por la tolerancia legal, por el miedo de los buenos y la audacia de los malos?” (EN. 80).

Conclusión: Si ya es penoso y denigrante ser traicionado por algún rival de carne y hueso, ¡cuánto más lo será si una computadora zombie es el “sombrero” !. ¡Grandísima pena que en nombre de la libertad y del derecho, una sociedad que se cree progresista, tenga que caer tan bajo! Ya lo dijo aquel colega: ¡O  progresá  la  atraso!




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