¡LUEGO LA MORAL!
En el reciente comentario del apreciado
P. Manfredo se lee: Decía con razón el
poeta alemán Bertolt Brecht (1898-1956): “Primero viene la comida, luego
la moral.”.
Repetidas quejas en nuestros Medios: “Diputados se comerán más de 2.500
millones. “La Cámara de Diputados volvió
a adjudicar para el presente período legislativo unos 2.540 millones de Gs. en
servicios gastronómicos, a pesar de cuestionamiento de la ciudadanía y de la supuesta
autocrítica de los propios Diputados.”
La pregunta es, ¿por qué el pueblo tiene
que pagar la comida de los legisladores, que de por sí ya ganan exorbitante
monto de dinero? ¿Acaso los patrones tienen la obligación de pagar bocaditos,
gaseosas y almuerzo del empleado común? Esto sin contar otros beneficios como
seguro médico y combustible que cargan sobre las espaldas del famélico y
siempre hambriento Juan Pueblo.
Sigue diciendo el P. Manfredo: “Personalmente no recuerdo haber visto por
tele algún Parlamento, donde se come, durante el trabajo; pero sé bien, que en
otros países los Diputados se van a un Bar, donde ofrecen comidas y bebidas, y
cada uno paga lo suyo.
Aquí
son tan sinvergüenzas – no tienen sangre en la cara: en primer lugar para comer
cuando hay que trabajar, y luego que pague el pueblo – justamente a las
personas que más ganan que la enorme mayoría de la ciudadanía. Probablemente no
conocen la frase popular que dice: “Comer para vivir, en vez de vivir para
comer”.
Cuántas horas realmente
trabaja un senador o diputado y con qué efectividad y calidad lo hace? ¿Qué
beneficios aporta a sus representados? ¿Qué
ocurriría si nuestros parlamentarios trabajaran 8 horas diarias como cualquier
mortal y ganaran no más de cinco salarios mínimos? ¿Cuántos se candidatarían
para ocupar una silla en la “honorable cámara” del congreso?....
Probablemente no habría candidatos… Por tanto, hace falta
recordar a San Pablo decir: "El que no
trabaja, que no coma" (2 Tes 3, 10).
Está
visto que les importa un comino lo que opina la ciudadanía. El gran filósofo
hindú Mahatma Gandhi (1869-1948) opinaba: “Todo lo que se come sin
necesidad se roba al estómago de los pobres.” Cierto es también, que todos
quieren comer a la mesa del gobierno, pero nadie desea lavar los platos sucios.
ADN DIGITAL - 21 de enero dice: NADIE
“SAFA”.- No sería errado afirmar que la percepción ciudadana es que las
autoridades, en general, son intrínsecamente corruptas. Para Juan pueblo, ser
diputado, senador, concejal, intendente, gobernador, fiscal, magistrado, jefe
policial o militar, es sinónimo de formar parte de alguno de los grupos
mafiosos que abundan.
Hay que decir que como ningún mal no es absoluto malo, cabe la
posibilidad que haya honrosas excepciones, para quienes este comentario no
tiene ningún fundamento.
Quizá llegue el momento de despojarnos
definitivamente de la utopía de ser país libre y soberano, cuando tomemos conciencia
que estamos transitando las anchas avenidas del “hijo pródigo”, revolcado en la
miseria – siendo rico -, entonces sí, podemos afirmar con bendita convicción:
¡Somos realmente un país valiente, limpio y soberano!
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