¿PROBLEMA ÉTICO...... PARA QUIÉN?
En el día de la
fecha, ha tenido lugar interesantes exposiciones de alumnos del 3º curso de Medicina, entre ellas, sobre “Fecundación in vitro”. Explicaban que tal práctica consiste en
la transferencia de embriones conocida técnicamente como FIVET. (Fecundación
in vitro con transferencia de embrión). Es un tema que está de moda entre muchas parejas que buscan una solución a
su problema de infertilidad.
Por método FIVET
se entiende el logro de la fecundación humana extrayendo el óvulo para
fecundarlo fuera del ambiente corporal y luego volverlo a introducir en el
útero. Este método, sin embargo, no es un método lícito aunque el fin de
concebir sea algo bueno, deseable y querido para su matrimonio y familia.
Los medios de
comunicación son los primeros que han dado a conocer los avances de la ciencia
en este campo y las personas se maravillan por que pueda llegar a
"lograrse" una persona en un tubo de laboratorio (probeta).
Dicen que, los primeros
experimentos de fecundación in vitro en animales, ratones y conejos, comenzaron
en el año de 1937. M.C. Chang logró provocar el nacimiento de conejos en 1959.
Pero fue R.G. Edwards quien inició los estudios con óvulos humanos en el año de
1963 y, a partir de esa fecha, continuaron los estudios de fecundación de
embriones humanos. En el año 1978, se lograron los primeros embriones
implantados en el útero y se cree que desde entonces han nacido varias decenas
de miles de niños probeta.
La técnica FIVET
es un método muy complejo por todas las implicaciones que supone la obtención
de los gametos para la fecundación, y en el cual los principios morales y
éticos quedan olímpicamente marginados. Este punto de confrontación entre
ciencia y ética, radica en el hecho de ver si se respeta o no a la naturaleza
del embrión humano y, en ver si se cumple o no la finalidad de la procreación
dentro del matrimonio.
La pregunta es:
¿qué pasa con todos esos embriones "en almacén"? ¿Se tiran? ¿Se usan
como cosméticos? ¿Se reimplantan en otra mujer? ¿Se usan para experimentación?
Desde el punto de vista de la moral, no sólo católica, el uso que se le da a los embriones humanos equivale al hecho de una eliminación voluntaria de un ser humano, dicho en otras palabras, equivale a realizar un aborto voluntario, es decir, esto es simple y llanamente, un crimen.
Desde el punto de vista de la moral, no sólo católica, el uso que se le da a los embriones humanos equivale al hecho de una eliminación voluntaria de un ser humano, dicho en otras palabras, equivale a realizar un aborto voluntario, es decir, esto es simple y llanamente, un crimen.
¿Es lícito hacer todo un proceso de manera artificial lo que la naturaleza
hace de forma natural? ¿Es lo mismo una muerte natural y lo que sería una
muerte provocada por el mismo hombre?. ¿Todo lo técnicamente
posible –en nombre de la ciencia- está permitido por la Ética?
La exhortación
apostólica Familiaris Consortio de Juan Pablo
II ayuda a reafirmar: "La fecundidad es fruto y el signo del amor
conyugal, el testimonio vivo de la entrega plena y recíproca de los esposos :
el cultivo auténtico del amor conyugal y toda la estructura de la vida familiar
que de él deriva, sin dejar de lado los demás fines del matrimonio, tienden a
capacitar a los esposos para cooperar con fortaleza de espíritu con el amor del
Creador y del Salvador quien por medio de ellos aumenta y enriquece diariamente
su propia familia".
Felicito a los alumnos por tan acertada exposición y, a la activa participación de los compañeros.
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