viernes, 23 de agosto de 2019
martes, 20 de agosto de 2019
FÁBULA DEL PELOTUDO
SEGÚN FONTANARROSA: PARA REFLEXIONAR...
Se cuenta que en una ciudad del interior, un
grupo de personas se divertían con el pelotudo del pueblo. Un pobre
infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños mandados y recibiendo
limosnas.
viernes, 9 de agosto de 2019
miércoles, 7 de agosto de 2019
¡TENGO MIEDO!.....
POR ESO, RESPETO…
Definen Respeto como: consideración acompañada de cierta sumisión, con que se trata a una persona o cosa, por alguna cualidad o circunstancia que las determina. Lleva a acatar lo que dice o establece o, a no causarle ofensa o perjuicio. "Respeto a los derechos humanos; a la libertad de expresión; al bien común, al propio cuerpo.
Miedo: Angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. "La oscuridad le provocaba un miedo cerval". Sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea. “Tengo miedo del futuro”
Es normal en el humano sentir miedo o tener esa sensación. Ocurre muy a menudo ante los jefes y superiores o, ante personas prepotentes, autoritarias o delincuentes. El miedo paraliza, hace dudar de uno mismo, es degradante.
El respeto, en cambio, engrandece, hace sentirse considerado, justo, noble, gallardo. No pocas personas confunden el respeto con el miedo. Hay gente autoritaria: padres de familia; personas con algún cargo público, autoridades incompetentes…
Respeto, entonces es, la manera de expresarse al hablar, en el trato al otro. Al papá de tu mejor amigo, no le dirás, ¡qué tal olúo!...por muy cercano que sea. Esto no significa que en rueda de conversación, no podamos opinar sobre si estamos en acuerdo o desacuerdo con las opiniones de los demás.
El punto es que, cuando hablamos, tengamos argumentos válidos que sustenten lo que decimos. No importa si estamos en desacuerdo, incluso, con el “Gerente General del Universo”. Si manifestamos nuestras diferencias con respeto, la mitad del pleito (si fuera el caso), ya está ganado.
Si tenemos diferencia con quien sea (amigos, profesores, padres, vecinos, deudores, acreedores, etc.), y callamos por “miedo” a agravar aún más la “situación”, es que estamos sentados sobre un “barril de pólvora”. “El que nada debe, nada teme; el que mal anda, mal acaba”, reza Proverbios 10,9.
Si por miedo callamos -aunque tengamos razón-, nos verán como superficiales “pererí”, sin personalidad, incapaz de sostener, siquiera, una opinión. Así las cosas, ¡no somos libres!. Dijo Jesús, “y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. (Jn 8:31-32)
Afirma que el respeto es un sentimiento positivo de veneración, aprecio, atención y reconocimiento por una persona o cosa. Es valor moral del ser humano; es fundamental para lograr una sabrosa convivencia social. Luego, ¡Es fuerte quien respeta!
Conocido es el refrán: “Para ser respetado es necesario saber respetar”, es decir, a comprender al otro, a valorar sus intereses y necesidades. Por consiguiente, el respeto debe ser mutuo, de reciprocidad.
Cuando los prepotentes reaccionan violentamente, generan miedo. Si las autoridades no ven, no saben, no escuchan y dejan libres a delincuentes; si quienes se tienen por decentes “responden” con silencio cómplice y se someten a tantos “mbareté-pokaré”, seguiremos chapoteando en la cloaca de inmoralidad, sabiendo que podemos ser agredidos en medio de una impunidad que hiela el alma, dirá el Dr. Fernando Pascual.
Conclusión: no confundamos respeto con cobardía. El respeto es un acto de valentía sublime, propia de almas generosas y valientes.
Es decir, no seamos…buenos… ¡para nada buenos!
Miedo: Angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. "La oscuridad le provocaba un miedo cerval". Sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea. “Tengo miedo del futuro”
Es normal en el humano sentir miedo o tener esa sensación. Ocurre muy a menudo ante los jefes y superiores o, ante personas prepotentes, autoritarias o delincuentes. El miedo paraliza, hace dudar de uno mismo, es degradante.
El respeto, en cambio, engrandece, hace sentirse considerado, justo, noble, gallardo. No pocas personas confunden el respeto con el miedo. Hay gente autoritaria: padres de familia; personas con algún cargo público, autoridades incompetentes…
Respeto, entonces es, la manera de expresarse al hablar, en el trato al otro. Al papá de tu mejor amigo, no le dirás, ¡qué tal olúo!...por muy cercano que sea. Esto no significa que en rueda de conversación, no podamos opinar sobre si estamos en acuerdo o desacuerdo con las opiniones de los demás.
El punto es que, cuando hablamos, tengamos argumentos válidos que sustenten lo que decimos. No importa si estamos en desacuerdo, incluso, con el “Gerente General del Universo”. Si manifestamos nuestras diferencias con respeto, la mitad del pleito (si fuera el caso), ya está ganado.
Si tenemos diferencia con quien sea (amigos, profesores, padres, vecinos, deudores, acreedores, etc.), y callamos por “miedo” a agravar aún más la “situación”, es que estamos sentados sobre un “barril de pólvora”. “El que nada debe, nada teme; el que mal anda, mal acaba”, reza Proverbios 10,9.
Si por miedo callamos -aunque tengamos razón-, nos verán como superficiales “pererí”, sin personalidad, incapaz de sostener, siquiera, una opinión. Así las cosas, ¡no somos libres!. Dijo Jesús, “y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. (Jn 8:31-32)
Afirma que el respeto es un sentimiento positivo de veneración, aprecio, atención y reconocimiento por una persona o cosa. Es valor moral del ser humano; es fundamental para lograr una sabrosa convivencia social. Luego, ¡Es fuerte quien respeta!
Conocido es el refrán: “Para ser respetado es necesario saber respetar”, es decir, a comprender al otro, a valorar sus intereses y necesidades. Por consiguiente, el respeto debe ser mutuo, de reciprocidad.
Cuando los prepotentes reaccionan violentamente, generan miedo. Si las autoridades no ven, no saben, no escuchan y dejan libres a delincuentes; si quienes se tienen por decentes “responden” con silencio cómplice y se someten a tantos “mbareté-pokaré”, seguiremos chapoteando en la cloaca de inmoralidad, sabiendo que podemos ser agredidos en medio de una impunidad que hiela el alma, dirá el Dr. Fernando Pascual.
Conclusión: no confundamos respeto con cobardía. El respeto es un acto de valentía sublime, propia de almas generosas y valientes.
Es decir, no seamos…buenos… ¡para nada buenos!
sábado, 3 de agosto de 2019
NO SOY ESCLAVO DEL TELÉFONO
¡¡¡FELICIDADES!!!
Pero, resulta que la era “progre y
tecnita”, inventó un elemento apellidado móvil (que a muchos inmoviliza) como
medio de comunicación acorta distancias para comunicarse más, mejor y
rápidamente.
Los móviles -hoy ya inteligentes, ndajé-
se volvieron imprescindibles como herramienta de trabajo. Ahorran tiempo y
dinero. “Transportan” y “reciben” documentos, sirven como agenda, y guían al
viajero al lugar de destino, entre otras bondades para el hombre.
Luego, augurios y hurras al brazo-tecnita
puesto a disposición del homo sapiens. ¡Hasta aquí todo bien!. ¿Cuándo y cómo
se prostituye este atractivo y fiel ayudante?
Cuando el celu se hace amo del homo
¿sapiens? “obligándolo” a participar en loca carrera del tener más y en el
menor tiempo posible, a lucir y presumir estar a la moda con el móvil de última
tecnología. El pobre bípedo angá queda cortocircuitado 24 hs on line.
Luego, opera en el “rey” de la creación
una terrible metamorfosis: se hace “consumidor consumido por el consumo que lo
consume”. El amor a los amos posmoderno: “Samsung Galaxy S10; Huawei P20 Pro;
Sony Xperia XZ2”, entre otros dioses menores, últimos
gritos de 2019.
Así las cosas, no falta quien se rebela
contra el nuevo “amo” diciendo: No soy esclavo del teléfono celular, por lo que,
aplaudimos como se dice: ¡de pie y con zapateo!
No obstante, es necesario entender
correctamente que “no ser esclavo del celu”, no ha de generar falta de cortesía,
respeto y consideración. Si tenés la herramienta para comunicarte mejor y
rápidamente, tenés la obligación moral de contestar las llamadas.
Quien se tiene por respetuoso, educado, responsable
y además cristiano debe contestar las llamadas. Caso contrario, exprese
claramente su deseo de no ser molestado. Si con aquello de que No soy
esclavo del celular, no atendés las llamadas “ha re ñembotavy”, estás dando
lugar y con sobrada razón que te consideren:
1. Que te crees alguien muy importante para darle
“pelota” a un común (jaguá ry´ai) que no merece tu consideración.
2. Que no eres solidario con el otro, salvo que sea
un capo de quien esperas sacar alguna ventaja.
3. Que eres desconsiderado.
No responder nunca es que se piense (con razón) que eres soberbio, matonil como
cualquier político malo.
4. Que eres
nomás luego prepotente, como aquellos que no atienden, como una táctica de
superioridad en algún cargo o función y por eso se hace “rogar”.
5) Que no atendés las llamadas por irresponsable o
porque por otras causas, no pudiste cumplir una promesa, entonces, cobardemente
te escondés en el anonimato. No tenés coraje para decir: “fallé ningo chamigo,
te pido disculpas, no volverá a ocurrir”.
Hay que saber
que a nadie le gusta trabajar con personas así, aunque aparenten ser buenas. Tu
credibilidad queda en sospecha y perdés la confianza de los demás. No confiarán
que seas capaz de cumplir tus promesas.
Y, peor todavía si
eres miembro de algún grupo o sociedad que trabaja en el campo de Dios. Nadie
quiere tener relación con gente deshonesta, incapaz de honrar su palabra. Y, si
buscas trabajo, con este currículo, no encontrarás.
Si en las cosas
pequeñas no demostramos integridad, lo que decimos hacer “bien”, o lo hacemos
por comodidad, interés o algún beneficio, pronto saldrá a luz la mentira. Si no
somos capaces de contestar una simple llamada… ¿qué se puede pensar?
“Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste
fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”. (Mateo 25,21)
viernes, 2 de agosto de 2019
LA VERDAD… NO
DEPENDE DE LA MAYORÍA.
La verdad es la
realidad. Nada tiene que ver con la opinión de la mayoría. Por eso, rendir
culto de fidelidad a lo que hace, dice o piensa
la mayoría, es pobre elección, y suele usarse como coartada o excusa ante la
falta de personalidad o interés. Invocar a la mayoría como criterio de verdad
es despreciar la inteligencia.
Erich Fromm
piensa que el hecho de que millones de personas compartan los mismos vicios no
convierte esos vicios en virtudes; que compartan muchos errores no convierte
éstos en verdades; que millones sufran
las mismas formas de locura no hace de estas personas gente equilibrada. (cf.
José R. Ayllón – En torno al Hombre, p. 99)
Es grave error
confundir la verdad con el hecho puro y simple de que un determinado número de
personas acepten o no una proposición. Si damos el mismo valor a la verdad y al
consenso social, negamos la inteligencia.
Es como decir
que ya no existe la verdad, y por tanto se considera como tal la opinión que la
mayoría impone. La mentira se
puede imponer de muchas maneras, y no sólo con la complicidad de los grandes
medios de comunicación. Sin ellos, Sócrates fue calumniado hace más de dos mil
años…
Sócrates
representa al hombre aislado por defender verdades éticas fundamentales. Es del
tipo de hombres apasionados por la verdad e indiferentes a las opiniones
cambiantes de la mayoría. Hombres que comprometieron su vida en la solución a
este problema radical: ¿Es preferible equivocarse con la mayoría o
tener razón contra ella? (p.100)
Un comparativo interno (13.12.15 ÚH) sobre percepción de confianza de
la ciudadanía hacia el Poder Legislativo, revela que la Cámara Baja cuenta con
menor nivel de credibilidad que la Cámara Alta, pero ambos tienen un alto
porcentaje de descreimiento.
Según
la encuesta realizada por IBOPE CIES para ÚH, al 80% de los consultados no les
parece creíble la Cámara de Diputados, y únicamente al 19% les parece creíble.
Solo el 1% de los encuestados expresó desconocimiento a la hora de responder a
la pregunta de si les parecía creíble o no dicho cuerpo legislativo.
Con respecto a la Cámara de Senadores,
el sondeo señala que a un 76% de las personas no les parece creíble el Senado y
solo al 23% sí les parece creíble. En este caso también hubo 1% de respuestas
indefinidas.
El Poder Legislativo en sí cuenta con un
porcentaje bajo de credibilidad, ya que en la evaluación general, un 79% opinó
que no les parece creíble el ente legislativo. La diferencia entre ambas Cámaras tiene
que ver con las mayorías oficialistas. La Cámara Baja cuenta con mayoría propia
del Partido Colorado....
¿Qué tanta diferencia existe hoy?
La democracia no debería permitir la
vulneración por las mayorías de los derechos de las minorías, por muy mayorías
que estas sean. Si el grupo impone su criterio por ser la “mayoría”, actúa de
mala fe afectando derechos de terceros.
Conclusión: La
confirmación de lo que dice un grupo no creíble, por otros tampoco creíbles,
hace la afirmación aún menos creíble, aunque sean mayoría. Así las cosas, el terrícola no es
fiable. Y en mayoría, mucho menos.
Hoy, ¿cuántas injusticias y crímenes no se cometen en nombre de la mayoría?
Hoy, ¿cuántas injusticias y crímenes no se cometen en nombre de la mayoría?
lunes, 29 de julio de 2019
UNA AMISTAD VERDADERA....
¡NACE DEL CORAZÓN
Definen amistad
como: “una relación afectiva que se establece entre dos o más individuos, a la
cual se asocian valores como lealtad, solidaridad, incondicionalidad, amor, sinceridad,
compromiso, entre otros…que se cultivan con el trato asiduo y el interés
recíproco a lo largo del tiempo”.
viernes, 26 de julio de 2019
PROSTITUTAS y PUBLICANOS LLEGAN ANTES
QUE USTEDES AL CIELO.
"Un hombre tenía dos hijos.
Llegándose al primero, le dijo: 'Hijo, vete hoy a trabajar en la viña'. Y él
respondió: 'No quiero', pero después se arrepintió y fue. Llegándose al
segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: 'Voy, Señor', y no fue. ¿Cuál de los
dos hizo la voluntad del padre? El primero, le dicen". (Mt. 21, 28-31)
jueves, 25 de julio de 2019
ME “PLAGUEO”…
LUEGO EXISTO
El
Diccionario © 2005 Espasa-Calpe dice que sinónimo de Plagueo es: Refunfuñar:
gruñir, murmurar, rezongar, renegar, mascullar, protestar, piar, jadear, rabiar.
Muchas veces amanecemos malhumorados
(kangueró) despotricando contra todos y contra todo. Se avizora, entonces,
problemas en el trabajo, en la calle, en el colegio, en la casa.
viernes, 19 de julio de 2019
jueves, 18 de julio de 2019
INFALIBILIDAD PAPAL:
¿QUÉ ES…QUÉ NO ES?
¿Creo no creo? No importa. La realidad no depende de mi creer o gustar, porque lo que es, es; y lo que no es, no es.
Es posible que ningún asunto
sea tan controvertido y falseado dentro y fuera de la Iglesia católica como
este tema, ni tan mal entendido, incluso para muchos católicos. Absolutamente nadie puede creer que
exista un mortal infalible, salvo que se declare irredimible imbécil.
miércoles, 17 de julio de 2019
LA PALABRA HOY…
Con frecuencia solemos recordar que en
décadas no muy lejanas, la gente encarnaba en su cotidiano vivir, uno de los
valores de talla: La palabra de honor
Es evidente que la sociedad y las
relaciones interpersonales eran muy diferentes. Y es porque, entre otras, las
personas tenían por hábito, cumplir con la palabra empeñada, de tal manera
que la gente se podía fiar sin temor del semejante.
lunes, 15 de julio de 2019
CRISIS DE FE
¿MODA O PROBLEMA?.
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