SEGÚN FONTANARROSA: PARA REFLEXIONAR...
- Lo sé, no soy tan pelotudo..., vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguito se acaba y no voy a ganar más mi moneda.
Se cuenta que en una ciudad del interior, un
grupo de personas se divertían con el pelotudo del pueblo. Un pobre
infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños mandados y recibiendo
limosnas.
Diariamente, algunos
hombres llamaban al pelotudo al bar donde se reunían y le ofrecían escoger
entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de menor tamaño,
pero de 1 peso.
Él siempre agarraba la
más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos. Un
día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó
aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor
tamaño valía menos y
éste le respondió:
- Lo sé, no soy tan pelotudo..., vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguito se acaba y no voy a ganar más mi moneda.
Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste,
pero se pueden sacar varias conclusiones:
La primera: Quien parece pelotudo, no siempre lo
es. La segunda: ¿Cuáles eran los verdaderos pelotudos de la
historia?. La tercera: Una ambición
desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
La cuarta: (la conclusión más interesante) Podemos
estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre
nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás
de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.
MORALEJA: “El verdadero hombre inteligente es el
que aparenta ser pelotudo delante de un pelotudo que aparenta ser inteligente”. Como dice el P. Manfredo...Y a vos ¿qué te parece?
Nota: Roberto Fontanarrosa 1944-2007 escritor y humorista
gráfico argentino. Mención de Honor Domingo Faustino Sarmiento por su
trayectoria y aporte a la cultura.
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