¿Para qué?
En el libro del Eclesiástico se lee: “Si
quieres, puedes observar los mandamientos y cumplir fielmente lo que agrada al
Señor. Él puso ante ti el fuego y el agua: hacia lo que quieras extenderás tu
mano. Ante los hombres están la vida y la muerte: a cada uno se le dará lo que
prefiera. Porque grande es la sabiduría
del Señor, él es fuerte y poderoso, y ve todas las cosas. Sus ojos están fijos
en aquellos que lo temen y él conoce todas las obras del hombre. A nadie le
ordenó ser impío ni dio a nadie autorización para pecar”. (Ecli. 15,15-20)