jueves, 9 de enero de 2014

SOAT.....

 “Sello de una clase política irresponsable, perversa y antipatriota”

El diputado liberal Antonio Buzarquis, reconoció -según informe de la 970 AM- que la aprobación de la Ley de Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito (SOAT), “es producto de la falta de análisis y tratamiento a las apuradas en la Cámara Baja.“Debemos asumir nuestra responsabilidad y decir que generalmente se aprueban leyes con mucha prisa”. La pregunta: ¿Y por qué aprobaron a los apurones?

Refirió que” no se debe mirar la cantidad de leyes aprobadas en el Congreso Nacional, sino la calidad de las mismas y sobre todo la socialización de la ley con la ciudadanía. “Pareciera ser que estamos en una carrera y queremos convertir al parlamento en una fábrica de leyes”.  La pregunta: ¿Y por qué convierten el parlamento en una perversa fábrica de leyes?

Acotó que “una Ley no puede ser aplicada de un día para el otro y que debe ser analizada por varios sectores. “El pecado que cometemos es cuando no socializamos un proyecto de Ley y aprobamos sin haber hecho previamente un análisis con la ciudadanía. Por un lado hay que escuchar a todos los sectores de la sociedad y que la ley debe ser aplicada de manera gradual”.

La declaración de Buzarquis pinta de cuerpo entero la irresponsabilidad de nuestros legisladores. Aprueban una ley, para luego tratar de remendar el colosal disparate.

Dolorosa razón habrá tenido quien acuñó esta lapidaria sentencia: “El Paraguay está casado con el infortunio”. El servilismo y la servidumbre de una gran masa de la fauna  política, sigue estigmatizando este pobre país.

La clase política mentirosa, expendedora de fáciles felicidades (durante campañas proselitistas prometieron y juraron servir a la patria) se burla de este noble pueblo. Para muchos, dirá Carlos Díaz, la tarea ética – ¡se consideran éticos! - consiste en inflarse cual rana croadora, denostar, irritarse contra quien piensa distinto, explicando a la ciudadanía, una y otra vez, el origen de sus malos actos y olores.

Lo cierto, - digo con Carlos Díaz - es que estos tribunos de la plebe tienen tanta prisa por mamar un poco más de las ubres de la generosa matrona estatal, inescrupulosos sueldos. Todo se improvisa. Pareciera que una ley es tan importante como rascarse la nariz. La pregunta: ¿Es honesto el exagerado dinero que ganan por hacer muy mal, lo poco que hacen?

Tenemos hiper-inflación de leyes – algunas como por ejemplo la N° 608/95 que crea el Sistema de Matriculación y la Cedula del Automotor, verdadera estafa. Es preciso y urgente que se cumplan las que están vigentes. Ello debería ser tarea primera de quienes nos gobiernan. Sueño con que nuestros políticos aspiren –alguna vez- aromas éticos.

     ¡BASTA DE LEYES CONFUSAS, CUESTIONABLES, GENERADORAS DE CAOS!

                                   Y usted, estimado lector… ¿qué opina?

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