¿Porqué y para qué son necesarias…?
El Catecismo
nos enseña sobre la imperiosa necesidad de las virtudes en la vida del hombre. Se
llaman cardinales porque son el gozne o quicio sobre el cual gira toda la vida
moral del hombre; es decir, sostienen la vida moral del hombre. No se trata de
habilidades o buenas costumbres en un determinado aspecto, sino que requieren
de muchas otras virtudes humanas. .