miércoles, 13 de septiembre de 2017

EUTANASIA...

¿MUERTE BUENA o CRÍMEN?

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Eutanasia: (del gr. eu, bien y thanatos, muerte). Teoría según la cual sería lícito dar muerte a un monstruo o a un enfermo grave para librarlo de su fealdad, de su enfermedad o de su sufrimiento; o también a un moribundo para librarlo de su agonía. Diccionario del cristianismo (Ed. Herder - BCN 1974). La Iglesia no acepta la eutanasia.

El deseo de dejar de sufrir es algo muy humano. Pero hay que aplacarlo por medios lícitos. La ciencia médica ha avanzado tanto que dispone de terapia antidolorosa; hoy no hay sufrimientos insoportables. Se puede sufrir con dignidad y con optimismo.

Dice Jorge Loring en “Para Salvarte” p. 419, que para un cristiano el dolor tiene un valor redentor. El dolor, unido a la pasión de Cristo lo sublima y ennoblece. Morir con dignidad no es precisamente morir sin dolores, sino aceptando la muerte, cuando y como Dios disponga.

No sólo está prohibido quitarse la vida, sino también acortarla directamente, como sucede con la eutanasia. Pero actualmente su significado real es «provocar directamente la muerte por procedimientos médicos a enfermos terminales para librarles a ellos de sufrimientos y a los demás de una carga».

Juan Pablo II en su Encíclica Evangelium vitae: «La eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios». La eutanasia se quiere enmascarar con la etiqueta de «muerte digna», lo mismo que el aborto asesino se quiere disimular llamándole «interrupción del embarazo»

“Muerte digna” y “muerte provocada no son la misma cosa. Que no nos confundan. Después del aborto viene la eutanasia. Por la misma razón que se permite matar a los niños no deseados, se permitirá matar a los enfermos y ancianos que estorben.

 «Que nadie se engañe. Primero fue el no nacido, ahora el anciano, y luego vendrá todo aquel que estorbe al que manda, o el que se atreva a disentir. La cultura de la muerte es imparable, aunque sus argumentos sean nulos», ha dicho Santiago Martín.

Muchos podrían ser convencidos de pedir la eutanasia por ser una carga para la familia o la sociedad. Por los años 70, en la China comunista desaparecieron de golpe, leprosos, ciegos, locos, minusválidos. Esta «purga» explica en parte el impresionante «agujero» descubierto por los demógrafos de cincuenta millones de habitantes en la población china.

Diego Díaz en su libro La última edad, recuerda unas palabras del demógrafo americano Dr. Gallop, de la Universidad de Manitoba (Canadá): «Una vez que hayas permitido la muerte del feto, el ciclo no se cerrará. No habrá límites de edad. Se habrá puesto en movimiento una reacción en cadena que podrá hacer de ti una víctima.

Tus hijos querrán matarte, porque permitiste que  mueran sus hermanos. Querrán matarte por no poder soportar tu vejez. Incluso hay quien se ufana de haber podido comprar un coche con el dinero del seguro de vida del enfermo que dejó morir por falta de asistencia.

Y dice el Dr. Gallop: «Si un doctor acepta dinero para matar a un inocente en el seno materno, el mismo doctor te matará a ti con una inyección, cuando alguien se lo pague».

No es lícito dar a un enfermo una inyección con el propósito de provocar la muerte (…)  apoyados en el piadoso deseo de que no sufra. No es lícito provocar la muerte ni siquiera a petición del interesado, pero el médico puede dar al enfermo calmante para los dolores, aun sabiendo de que podría con ello acelerar indirectamente la muerte (CIC nº 2277)

La compasión puede enmascararse con el deseo de quitarse de encima una carga molesta, y hasta el deseo de heredarle. Todos los periódicos de España hablaron del caso de la niña Mercedes Rodríguez, de Bilbao, cuyo padre, Emilio, de veintiséis años, pidió por todos los Medios de Comunicación que los médicos mataran a su hija enferma.

Hubo algún matrimonio que quiso hacerse cargo de su hija. Más tarde se encontró remedio a algunos de los males de la niña.

No es lícito matar, pero sí se puede dejar morir naturalmente, renunciando a terapias desproporcionadas, evita un ensañamiento terapéutico. Una existencia irreversiblemente vegetativa, que ha dejado de ser humana, puede no tener sentido el prolongarla.

Aunque no se puede privar a los familiares de su derecho de emplear todos los medios a su alcance para mantener la esperanza hasta última hora. (CIC nº 2279)

El jueves 4 de junio de 1987 en Tv en el espacio Debate cómo el defensor de la eutanasia decía que todos debíamos tener derecho a morir de modo digno, y el médico del Hospital de Basurto le dijo que en eso tiene toda la razón, pero la eutanasia consiste en matar al enfermo, y los médicos están para sanar, no para matar

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