AUTÉNTICO LÍDER CRISTIANO (I)
Dice el Fraile mercedario,
pedagogo católico y profesor español Alfonso López Quintás: “Al hablar aquí de líderes (…) aludo a personas que orientan su existencia
hacia el ideal auténtico de la vida humana, que es el ideal de la unidad y el servicio, no el del dominio
y la posesión. Por eso, la primera medida del verdadero líder es
ajustar sus actitudes a las exigencias de la realidad.
El buen líder busca la verdad hasta el fin, no se contenta con medias verdades. Esto implica la superación del relativismo subjetivista y un amor incondicional y desinteresado a la verdad.
¿Por qué hablar
en estos términos? El amor a la
verdad nos lleva a sentir un profundo disgusto e insatisfacción ante el deterioro
de la vida humana. Pensemos en nuestra decadencia cultural, el endiosamiento
del tecnicismo en perjuicio de la sabiduría, la insensibilidad ante los grandes
valores, la inautenticidad de nuestro “modus vivendi” en todos los órdenes...
Al confrontar la
diferencia abismal que media entre una persona cabalmente desarrollada y otra
envilecida, sentimos la urgencia de formarnos como líderes para elevar a la
persona a un estado de excelencia.
El falso líder hace todo lo posible por lograr una figura atractiva con fin de seducir a la gente y ganar su adhesión. Así, con imagen seductora, vence al pueblo sin convencerlo…porque se mueve en el plano de la mera apariencia, de la manipulación, y opera en por su bien particular, no al bien de los demás. Este tipo de líder No debería tener espacio en la Iglesia de Cristo.
Una persona
puede ejercer funciones de líder en ámbitos diferentes -el familiar, el grupal,
el nacional, el internacional... en actividad económica, política, ética,
educativa, religiosa. Se habló de un gran reto: el ideal de la unidad y el servicio, no el del dominio
y la posesión.
Algunas cualidades de san Pablo,
modelo de Líder cristiano: Fue líder en comunidad, viviendo con rectitud. No trabajó
de manera aislada. Fue sincero. No buscó agradar con lindas palabras ni
adulonería. (1ª Tes. 2, 3-6) Solo le importó la opinión que Dios pueda tener de
él. (Gal 1,10) Con valentía y amor, practicó la corrección
fraterna a Pedro, su incoherente conducta (Gal 2,11-14).
Líder no es solamente el que tiene
capacidad de guiar, sino el que conduce a sus comandados a su pleno desarrollo,
su auténtica meta. Para ello es
necesario conocer –según dicen algunos expertos- que el Liderazgo posee tres
significados principales:
1º. Es un atributo derivado de una
posición. status…cargo…coordinación, etc.
2º. Característica de una persona. (Carisma,
rasgo personal, cualidades…)
3º. Una categoría de conducta. (la mayor
fuerza: conducta- coherencia de vida).
Por consiguiente, las condiciones para que
el líder sea aceptado en su comunidad
parecen ser:
1º. Que el líder
sea como “uno del grupo” (comparte ciertas características propias de
todos..)
2º. Tiene que
percibirse como la “mayor parte de nosotros” (tiene que ser parte del
grupo. Une, ayuda, representa e interpreta porque comparte las aspiraciones de
los compañeros…)
3º. Tiene que ser
percibido como “el mejor de nosotros”. No solamente como autoridad, sino
como el que, con su competencia, capacidad y sobre todo, por su conducta
intachable, constituye un paradigma para
todos. “Las palabras vuelan…el ejemplo, arrastra”
Dice Juan Pablo Espinosa Arce, Prof. de Religión y
Filosofía, en fecha 23.01.17: Pablo es reconocido por sus
viajes misioneros. Es “columna que expande la Iglesia” (...) La fundación de
las comunidades y la puesta en ella de líderes carismáticos es un signo
distintivo del liderazgo misionero de Pablo.
El líder cristiano,
con esto, también debe comprenderse como un hombre o una mujer de oración, de
vivencia íntima con Jesucristo, vivencia que provoca vivir el dinamismo de la
misión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario