¿INGENUIDAD….POSIBLE?
El apreciado profesor y maestro Carlos
Díaz H., con quien estoy en permanente “diálogo” a través de sus libros, me
refuerza la esperanza de que anhelar una sociedad más justa y equilibrada no es
un imposible… si lo queremos. “Transitando” por renglones de su libro “El
Hombre animal no fijado”, p 35 y 36, encuentro la solución de lo anhelado… si
queremos…
“Sabido es que la delincuencia en gran
porcentaje es la resultante de las condiciones económicas, sociales y antropológicas
y de de la moral ambiente; la mayor parte de los llamados delitos contra la
propiedad…
No habrá cárceles, donde por mucho que
se transformen, no se regenera a nadie; los antisociales podrán ser tratados de
dos maneras: por el destierro de la localidad donde su conducta haya sido motivo
de repudio, o, por el internamiento en dependencias de salud pública.
El anti social puede ser un enfermo, y
entonces puede ser inútil la cárcel: su puesto está en un hospital… Es que el
terrícola de mortal defectuosa, no educado para una sana convivencia, solo cabe
su tratamiento alejado de la localidad.
Jurados nombrados por núcleos
organizados en congresos o asambleas locales, estarán llamados a resolver sobre
cada caso planteado por los antisociales bajo los criterios ya expuestos: el
destierro del lugar donde se perpetraron hechos antisociales o la entrega a la
sanidad en los casos de actitudes degeneradas.
Pero transformar radicalmente la
sociedad no se puede hacer tomando cerveza en casa, hay que trabajar la calle,
el campo, la fábrica, el taller, la escuela, la oficina, el yo, el tú, el
nosotros, porque eso que algunos llaman “meterse en política”, lejos de ser un
delito, es sencillamente convivir con los demás en la misma comunidad y con
humanidad.
Hacer política es hacer participar en el
bien común, regenerar lo de-generado, tratar de ajustar lo desajustado, poner
justicia donde no hay justicia.
Más concretamente, hacer política es
construir equipamiento sanitario don no había, mejorar la calidad de la
enseñanza, promover el gusto por la justicia, empeñarse solidariamente en la
promoción mutua. Esto puede parecer muy poco y muy ingenuo para algunos, pero a
otras nos parece hermoso.
La política, en fin, no solamente es
algo bueno, sino la expresión sistematizada de la caridad, cosa de los mejores; si la hacen los peores es porque
los buenos no la hacen, de ahí que el peor de los políticos malos sea mejor que
el más bueno de los abstencionistas…
Desde que nacemos entramos en la
sociedad…y es mejor que nos corrijamos los unos a los otros; de lo contrario
tendremos que llorar cuando uno solo o unos mocos nos lleven al matadero como a
un rebaño. Lloraremos como rebaño lo que no hayamos sabido defender como
personas libres y solidarias.
Démonos, pues, el autogobierno social en
paz, con convicción, sin violencia ni imposición, con una maduración que tendrá
que ser al mismo tiempo de carácter personal”.
En los últimos dos años la
inseguridad en Paraguay aumentó considerablemente. En el 2015 el aumento fue
del 19,4% teniendo en cuenta los casos de robos domiciliarios, en la vía
pública, más los asaltos a locales comerciales.
Datos estadísticos de la Policía
Nacional confirman que la sensación de inseguridad va de la mano con los hechos
punibles que afligen a la población. En el 2015 se registraron 4.871 casos de
robos, en donde 1.081 fueron robos domiciliarios, 1.967 robos en la vía pública
y 1.823 robos a comercios.
Del total de casos, el año pasado hubo
792 más que en el 2014, donde el registro indica que hubo 4.079 hechos. Eso
refleja que en el 2015 aumentaron los robos en un 19,4% con respecto al año
antepasado. (cfr. Ultimahora.com miércoles
6 de enero de 2016)
Ante estos y demás desórdenes conocidos,
¿no es acaso legítimo pretender una sociedad mejor?
¡Feliz Pascua!
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