¿SON SIEMPRE RESPETABLES?
¿Toda tradición, creencia u opinión,
debe ser respetada?. Un punto
trillado, siempre pendiente de solución o consenso…pero nunca resuelto, es el
tema “tolerancia con las tradiciones,
creencias y opiniones de los demás, porque es fundamento para que a la vez,
seamos respetados”. A priori suena bonito…pero a mi juicio, es media
verdad.
No hay peor
mentiras que las medias verdades, reza un antiguo adagio. Comparto con ideas,
opiniones y tradiciones que mantienen la identidad como familia: reunirnos en
familia para comer juntos y compartir experiencias – que por diversidad de
horarios del trabajo, estudios, viajes y otros motivos, cuesta hoy estar juntos.
Es beneficioso que como familia- por ejemplo - mantengamos esta antigua tradición.
Con las
celebraciones litúrgicas pasa igual. “Antes se celebraban la Navidad, Pascuas, los
aniversarios de matrimonio, cumpleaños, festividad de algún santo, etc. porque
esta costumbre, en su real sentido, congrega a la familia, en este tiempo en
que el núcleo familiar corre peligro de extinción, como tal. El valor de estas
tradiciones “tiene que ver con la identidad o el sello familiar”. “Si los hijos
ven y viven en un núcleo con sello propio será raro que busquen grupos de
referencias distintas de los valores y de la cultura de su familia”.
Carolina Llorente
Dobbs, siquiatra infanto-juvenil, dice que es real que se ha perdido el compartir
momentos en familia. “Hoy tendemos hacia una sociedad cada vez más
individualista y las razones son múltiples. Cada uno anda en lo suyo y eso se
puede ejemplificar en que si los hijos necesitan información no llaman a los
papás sino que buscan en Internet o que los chiquillos prefieren comer en sus
habitaciones y no le encuentran sentido a sentarse a la mesa con sus padres y
hermanos”.
Pero no comparto que se deba tolerar o
respetar aquello que viole derechos y
deberes del hombre. No debemos
caer en un relativismo moral, y decir "todo es relativo si ellos
consideran que todo está bien... pues está bien". No son respetables: la cruel matanza de
toros en los rodeos, con motivo de diversión ni la sanguinaria “riña de
gallos”. Cada
año, más de 40.000 toros son asesinados bárbaramente en las plazas de toros de
toda España.
La mayoría de los visitantes de la plaza
son turistas que nunca han visto una corrida de toros, y al salir, la mayoría
no querría ver una nunca más. Las corridas de toros son repulsivas, sangrientas
y tristes por su crueldad con los animales. Son prácticas que deberían avergonzar la “inteligencia
humana”. Es que, ¿divierte la crueldad…?
Todavía
algo peor:
¿Qué decir de la ablación genital?. Dice
Víctor Montoya: Según informes
de la revista Populi -del fondo de Población de las
Naciones Unidas-, esta brutal operación es
una tradición milenaria que subsiste
en varios países del continente africano, donde vive el mayor por ciento de
mujeres mutiladas genitalmente del planeta, cuyo total oscila entre 90 y 130
millones de niñas, jóvenes y adultas. Un atentado flagrante contra los derechos
de la mujer.
De acuerdo con un informe de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), se sabe que después de la mutilación se
presenta una alta incidencia de morbilidad y mortalidad femenina, ya que la
ablación -extirpación total o parcial del clítoris- se realiza con instrumentos
rudimentarios que van desde una hoja de afeitar hasta un pedazo de vidrio. ¿Cómo se quede respetar tamaña barbaridad?
Las
intervenciones quirúrgicas se realizan casi
siempre sin anestesia, con instrumentos que carecen de esterilidad y en entorno
desprovisto de condiciones higiénicas necesarias. Por lo dicho y no dicho digo: ¡No toda tradición, religión u opinión son
siempre respetables!.
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