QUE ROBAN SUEÑOS Y
ESPERANZAS....
Pero cuando Jesús entra en su vida, se
realiza una inversión de valores. Salir de las garras y presión de las cosas
materiales, supone caminar decididamente por el camino del profundo deseo de
cambiar.
Es necesario, dirá Mounier, una
revolución personal, que ocurre en el instante de tomar conciencia del caos
establecido, en el cual hemos hipotecado neciamente nuestra existencia. Esto
ocurrió con Zaqueo.
Esta revolución personal, hizo que
Zaqueo apuntara el cañón hacia sus propios pecados. Por ello, decide dar la
mitad de sus bienes a los pobres y además, reparar los fraudes y robos
cometidos en perjuicio de los demás.
Cada vez que un político empotrado en
alguna institución del Estado roba el dinero que todos aportamos, nos roban
además de los sueños, la esperanza, la salud, la educación, el alimento y la
dignidad, al decir de Mabel Rehnfeldt.
Si la mayoría de nuestras autoridades-pretores
se declaran cristianos, abrigo la esperanza que algún día – ojalá pronto – se contagien
con el positivo y bienaventurado "síndrome" de Zaqueo.
En tal caso, devolverán la mitad de sus
bienes - mal habidos - a los miserables y hambrientos de nuestro país y, cuatro
veces más, a los perjudicados por los robos cometidos.
Así recuperaremos la esperanza, la
posibilidad de que no mueran más compatriotas, por enfermedades prevenibles.
Habrá dinero para salvar a miles de mamás que a diario mueren, porque no tuvieron una consulta
prenatal, una pastilla contra el “cebo- í” o una terapia intensiva para
el pobre infeliz, que muere por no disponer de un solo guaraní.
Será una decisión inteligente por parte
de estos “hijos pródigos” del país. De lo contrario, seguirán soportando el
desprecio de todos. Y esta repulsa se extenderá a sus hijos, quienes pagarán los
platos rotos.
La gente los insulta con palabrotas de
grueso calibre. Las críticas agrias se multiplican. Las expulsiones de lugares
públicos serán una constante. ¿Qué placer diabólico puede experimentar un
terrícola, por muy diputado, senador o cualquier otro cargo que ostente, al saberse
despreciado, por la mayoría?
El mejor camino, el camino del lucro real,
es vivir una vida esclarecida por la ética. Detrás de Zaqueo estamos muchos
para seguir su ejemplo. Y más vale que lo hagamos ahora. Más tarde… puede ser…
demasiado tarde.
Que el Señor de la Misericordia infinita,
sea recibido por el Congreso y por todas las instituciones del país. Que cada
representante del pueblo - hace poco nomás se arrodillaron- imiten ahora, y
ya, a Zaqueo. ¡El país entero agradecerá
que ya no lo saqueen!
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